25.4.09

Tranquilos: el pecado no es delito



JUAN G. BEDOYA El Pais (24/04/2009)

Acostumbrada a contar los años desde la fecha -incierta- del nacimiento de su fundador Jesús, la jerarquía del catolicismo intenta imponer su concepto de familia, matrimonio, filosofía, ciencia y la vida misma. ¿Hacen política los obispos cuando reclaman, además, que el Gobierno legisle siempre de acuerdo con el evangelio cristiano?
Acostumbrada a contar los años desde la fecha -incierta- del nacimiento de su fundador Jesús, la jerarquía del catolicismo intenta imponer su concepto de familia, matrimonio, filosofía, ciencia y la vida misma. ¿Hacen política los obispos cuando reclaman, además, que el Gobierno legisle siempre de acuerdo con el evangelio cristiano?
El cardenal Antonio María Rouco dijo el lunes que eso "no es hacer política en el sentido estricto de la palabra". Añadió: "Se trata de procurar por medios legítimos el reconocimiento efectivo de aquellos valores éticos que trascienden y preceden la misma acción política". La tesis de Rouco es que hay "principios prepolíticos", de obligado cumplimiento. ¿Quién los proclama? Por supuesto, la Iglesia católica. Hasta el Concilio Vaticano II, el Papa, pontífice máximo, se consideraba "autoridad universal y omnicompetente".
Los obispos actuaron en España como tal hasta 1977. No hubo aspecto de la vida cotidiana en que no impusieran su dictamen, por cortesía del dictador Francisco Franco. El articulado de la ley concordataria con esas prerrogativas se publicó en el BOE en 1953 con este encabezamiento: "En el nombre de la Santísima Trinidad". Un artículo definía a la Iglesia de Roma como "sociedad perfecta".
Otro cantar es el empeño eclesiástico de transformar en delito lo que ellos consideran pecado.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, se lo advirtió anteayer a Rouco, horas después de que el prelado de Madrid proclamase que el aborto voluntario ensucia la democracia. "A la Iglesia le corresponde decir qué es pecado, no qué es delito", dijo.
Así lo ha manifestado el Tribunal Constitucional, en sentencia que recuerda Dionisio Llamazares, ex director general de Asuntos Religiosos y catedrático emérito de Derecho Eclesiástico del Estado en la Complutense de Madrid. "La Constitución impide que los valores o intereses religiosos se erijan en parámetros para medir la legitimidad o justicia de las normas y actos de los poderes públicos. Es lo que inexorablemente se produce cuando se identifican delito y pecado", afirma.
Los obispos están acostumbrados a intervenir en la vida de los españoles. Viene de antiguo, pero también de anteayer. Llamazares recuerda una cita que "escuece como sal en carne viva".
Se refiere a la Ley de Principios del Movimiento Nacional, vigente hasta 1976: Dice su artículo dos: "La nación española considera como timbre de honor el acatamiento de la ley de Dios, según la doctrina de la Iglesia católica, apostólica y romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación".
Aquella férrea coalición entre la sala de guardia y la sacristía duró 40 años. Cuando se produjo algo parecido en Francia, con Napoleón III, el gran teólogo Felicité R. de Lamennais sentenció: "Un prostíbulo bendecido por los obispos". Ante estas perlas, los libros penitenciales de los siglos IX y X le parecen a Llamazares "meros precedentes de identificación de pecado público y delito". "Mucho me temo que ese modelo siga siendo el oscuro objeto del deseo de los obispos", sentencia.
El primer pecado que los obispos lograron transformar en delito fue el adulterio de las vírgenes consagradas. Hasta entonces -incluso después del emperador Constantino, cuando el Imperio Romano comenzó a transformarse en Imperio Cristiano-, los seguidores de Cristo se regían por el derecho romano. Ecclesia vivit lege romana (la Iglesia vive con la ley romana) fue un principio repetido por los padres de la Iglesia, subraya Ramón Teja, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Cantabria y presidente de la Sociedad de Ciencias de las Religiones.
El historiador cántabro relata cómo la ley romana empezó a entrar en conflicto con algunos principios evangélicos en temas de sexo y moral matrimonial. Afirma: "La postura de los líderes cristianos no fue la de cambiar la legislación civil imperante, sino exhortar a los cristianos a que se atuviesen a las normas cristianas cuando éstas entraban en conflicto con las romanas: así san Jerónimo, a finales del siglo IV, sentaba el principio: Aliae sunt leges Caesaris, aliae Christi; aliud Papinianus, aliud Paulus noster praecepit (Unas son las leyes del César, otras las de Cristo, una cosa ordena Papiniano, otra nuestro Pablo). Fue san Agustín quien con mayor insistencia abordó las diferencias entre los iura fori y los iura caeli (derecho del mundo y derecho del cielo).
Las cosas cambiaron cuando los antiguos perseguidos se convirtieron en perseguidores, tras la conversión del emperador Constantino. La Iglesia se sintió entonces fuerte para imponer al Estado sus normas éticas y morales, hasta terminar por transformar al derecho romano en derecho canónico.
"El primer paso se dio con el intento de prohibir el matrimonio a las vírgenes consagradas. Partiendo de la consideración de que eran sponsa Christi (esposa de Cristo), se sentaron las premisas para que la condición de pecado, es decir, la ruptura de la fidelidad inherente a la promesa de virginidad, se convirtiese en delito, es decir, un adulterio castigable con las leyes del derecho romano contra el adulterio de la mujer -"mucho más duras que las aplicables al adulterio del hombre", relata Teja-. Así se inició el camino que culminará en el derecho medieval de Occidente (el derecho canónico), donde la Iglesia es considerada la única con capacidad para legislar sobre ética sexual y matrimonio".
Esa ambición legislativa la subraya el profesor Enrique Gimbernat, catedrático de Derecho Penal en la Universidad Complutense. Afirma: "Las religiones, especialmente las monoteístas, siempre han querido reforzar las prohibiciones de sus morales particulares -cuya infracción constituiría un pecado-, no dilatando el castigo por esas conductas pecaminosas a las penas del infierno, sino tratando de que ya aquí, en la vida terrenal, sean reprimidas por el Poder estatal secular.
En un pasado remoto, la religión católica consiguió que las condenas dictadas por el tribunal eclesiástico de la Inquisición por los delitos de herejía, de sodomía o de brujería (fornicación con los demonios) fueran ejecutadas por el poder civil, quemando vivos a los que habían cometido tales pecados-delito; en un pasado reciente, esos esfuerzos eclesiásticos alcanzaron su objetivo, durante la dictadura franquista nacionalcatólica, con la prohibición civil del divorcio y la penal del adulterio, de la propaganda y venta de procedimientos o instrumentos anticonceptivos, de la homosexualidad entre adultos o de la difusión de textos o imágenes pornográficas; y en el presente, esa equiparación entre pecado y delito todavía existe en los Estados musulmanes integristas donde se lapida a las adúlteras y se encarcela a los homosexuales".
La última ejecución por herejía en España se produjo en 1826, cuando un maestro de escuela fue ahorcado porque en los rezos escolares reemplazó la palabra "avemaría" por "loado sea Dios".
La presión del poder eclesiástico sobre el civil en la persecución de herejes era incontenible, con métodos de interrogatorio terribles. "Si todos no nos hemos confesado brujas, es únicamente porque no todos hemos sido torturados. Vivimos en tiempos tan difíciles que es peligroso hablar, pero también guardar silencio", escribió Juan Luis Vives.
Los eclesiásticos siguen apegados al principio de cuius regio, eius religio, es decir, la obligación del ciudadano de practicar la religión de su rey. Se acordó para acabar con las terribles guerras de religión entre príncipes luteranos y príncipes católicos. Ahí se pusieron los cimientos de lo que se conoce como la "religión de Estado".
España conoce bien las consecuencias de ese principio, con la imagen aún fresca de los obispos procesionando bajo palio a un caudillo militar que ganó para ellos una incivil guerra de exterminio consagrada por Roma como "cruzada cristiana".
De entonces permanece la idea episcopal de que, como todos los españoles son católicos, el Estado debe cargar con el sostenimiento de esa confesión. Lo hace hoy con más de 4.000 millones de euros anuales en sueldos de sacerdotes y obispos y para financiar la ingente red de servicios educativos, sanitarios o de caridad de la Iglesia romana en España.
Pese a todo, los obispos creen que el Gobierno les ignora, maltrata e incluso persigue.
Lo llaman "laicismo fundamentalista": el supuesto intento de arrinconarlos en las sacristías o acallar su tradicional vocación de meterse en política. En el fondo, lo que duele a los prelados es que el Ejecutivo y las Cortes legislen con plena autonomía, sin hacer caso a las prédicas o imposiciones de la jerarquía eclesiástica.
El último punto de debate es la legislación del aborto, pero antes intentaron parar la regulación de la investigación con células madre con fines terapéuticos. El nacimiento en Sevilla de un niño programado para curar a un hermano -el llamado bebé medicamento- ha sido la batalla más llamativa, en contra del sentimiento general.
El profesor Gimbernat hace este diagnóstico: "En España, la relación pecado-delito ha vuelto a adquirir actualidad con la virulenta oposición de la Iglesia a la proyectada despenalización del aborto en el sentido de la solución del plazo, tal como rige en prácticamente todos los países de la Unión Europea.
La equiparación de un óvulo fecundado microscópico o que mide pocos milímetros, sin forma humana ni actividad cerebral, con una persona es consecuente con la doctrina católica de que la finalidad de todo acto sexual es la procreación. Pero para los que no creen en dicha doctrina esa equiparación es simplemente un insulto a la inteligencia. Un legislador pluralista y democrático no puede imponer los dogmas de una determinada confesión religiosa encarcelando a los que no profesan esa fe. ¿Hasta cuándo seguirá la Iglesia católica abusando de nuestra paciencia?".
Sostienen algunos engreídos eclesiásticos que sin religión no puede haber moralidad. Confunden la moral religiosa con la moral política. La primera la hacen los santos, la segunda los ciudadanos. El teólogo moralista Juan Masiá, profesor de bioética en la Universidad Católica Santo Tomás, en Osaka (Japón), lamenta que muchos creyentes tengan esa idea de pecado como delito, y que algunos obispos intenten imponer a la sociedad una idea de delito como pecado.
Juan Masiá señala dos estilos de moral, apoyándose en Bergson: cerrada y abierta, legalista o personalista. Explica: "Quien dice 'no me salto el semáforo [delito] para evitar la multa' y quien dice 'no me voy con la mujer del prójimo porque mi Dios lo prohíbe y me va a castigar' están al mismo nivel de moral cerrada (tanto si son creyentes como si no lo son).
En cambio, quien dice 'observo las reglas de tráfico porque, aunque no me coja la policía, es para mí importante evitar accidentes, proteger otras vidas y la mía' y el que dice 'no violo a esa chica porque merece que la respete y me respete a mí mismo' están a nivel de moral abierta.
Me parece esto mucho más importante que el que sean o no sean creyentes de alguna religión".

19.4.09

Victor Hugo i la llibertat d'ensenyament


publicat a El Maçó Aprenent

“Jo sóc d'aquells que reclamen en aquest noble país la llibertat i no l'opressió, la fe i no el debilitament, la força i no la servitud, la grandesa i no el no-res.”


L'il·lustre Víctor Hugo (Maçó) un dels autors més estimats a França, va néixer fa més de 200 anys, el 26 de febrer de 1802.
Quan l'escriptor va morir, en 1885, va rebre un funeral d'home d'estat, al qual van assistir dos milions de persones. Més de cent anys després de mort, la seva fama ha augmentat: cada població a França té un carrer batejada amb el nom de l'escriptor.
Però Víctor Hugo no és només famós al seu país natal. És conegut a tot el món per les seves novel·les "Els Miserables" i "La nostra Senyora de París", també coneguda com a "El Geperut de Notre Dame". "El missatge de pau i unitat que ens va deixar ha de seguir inspirant el projecte europeu", va dir recentment Lionel Jospin, exprimer ministre francès i declarat admirador dels ideals de Víctor Hugo.
El poeta, novel·lista i dramaturg va ser bastant actiu políticament e, fins i tot, se li reconeix com un dels primers que va impulsar la idea d'una sola moneda europea.
En 1855 ell va fer un apassionat anomenat per uns "Estats Units d'Europa" i per una "moneda continental". "Aquesta moneda ensorraria i reemplaçaria totes les absurdes varietats de moneda que existeixen avui, amb les seves efígies de prínceps, aquests símbols de misèria", va dir aquesta vegada. Víctor Hugo va néixer en la població de Besançon.
Els seus pares es van separar poc després del seu naixement i el futur escriptor va créixer a París, al costat de la seva mare. La vida personal d'Hugo, com la de molts dels seus personatges, va ser tocada per la tragèdia.
El seu fill va morir en 1823, quan només tenia tres mesos, i una filla va morir ofegada al Sena.
La sobtada mort de la jove li va arrabassar, per diversos anys, tot desig d'escriure.
Així mateix, les seves simpaties republicanes ho van forçar a l'exili per gairebé 20 anys, després d'una fallida revolta contra Napoleó. Víctor Hugo només va poder tornar a França al punt de l'aixecament polític que va proclamar la Tercera República.
Va ser testimoni del setge a París, encara que per al temps de la Comuna parisenca estava instal·lat a Brussel·les. No obstant això, d'allà va ser expulsat per albergar a revolucionaris. Després d'una breu estadia a Luxemburg va tornar a casa triomfalment i va ser elegit per al Senat. Víctor Hugo va morir a l'edat de 83 anys.
Les seves restes descansen en el Panteó de París, la seva ciutat estimada.
Encara que en 1817 va ser homenatjat per l'Acadèmia Francesa pels seus poemes, Hugo va ser un preclar pensador de la França que ho contenia. El 14 de Gener de 1850 es va posar a discussió a l'Assemblea Legislativa de França un projecte de Llei, en el qual, amb el pretext d'organitzar la llibertat d'ensenyament, establia, en realitat, el monopoli de la instrucció pública a favor del clergat.
En aquesta memorable sessió, Víctor Hugo va respondre al representant del partit catòlic amb una formidable requisitòria, pròpia d'un portaveu de la democràcia i d'un apòstol de la més gran llibertat de pensament, i va ser en el curs d'aquesta peroració que la frase "DRET DEL NEN" es va pronunciar per primera vegada.
Vet aquí les seves paraules: Discurs a l'Assemblea Legislativa de França:
"Jo vull, ho declaro, la llibertat d'ensenyament; però també vull la vigilància de l'Estat, i com jo vull aquesta vigilància efectiva, jo vull l'Estat laic, exclusivament laic".
"Jo vull, ho repeteixo, la llibertat d'ensenyament sota la vigilància de l'Estat i no admeto que per exercitar-la siguin anomenats homes que tenen sobretot interessos pràctics. Lluny de mi de proscriure l'ensenyament religiós, em compreneu?, segons jo opino ella és més necessària avui que ahir. Com més gran es fa l'home, més ha de creure. Si més s'acosta a Déu més deu veure'l".
"Jo vull, doncs, i ho vull sincerament, fermament, ardentment, l'ensenyament religiós de l'església i no l'ensenyament religiós d'un partit.
Jo la vull sincera i no hipòcrita.
Jo la vull amb un fi celestial i no amb un fi terreny. Jo no vull que una llum destrueixi a una altra; jo no vull confondre el professor amb el frare. Sí, si jo consento una tal barreja com legislador, la vigilo, obro els seminaris i sobre les congregacions que ensenyen, l'ull de l'Estat, repeteixo, l'ull de l'Estat laic, gelós únicament de la seva grandesa i de la seva unitat".
"Jo em dirigeixo doncs al partit clerical i li dic: aquesta Llei és una llei vostra. Jo no em fio de vosaltres. Instruir significa construir".
"Jo no vull confiar-vos l'ensenyament de la joventut, l'ànima dels nens, el desenvolupament de la intel·ligència, el desenvolupament de les intel·ligències noves que s'obren a la vida, el caràcter de les generacions, és a dir, l'avenir de la pàtria".
"Jo no vull fiar-vos l'avenir del país, perquè fiar-vos-ho seria abandonar-vos-ho".
"Ah, no us confonc amb l'Església, vosaltres sou els paràsits de l'Església, sou la maledicció crònica de l'Església, Ignacio de Loyola és l'enemic de Jesús. Vosaltres sou, no els creients sinó els sectaris d'una religió que no compreneu. Vosaltres sou els maquinistes teatrals de la Santedat. No confongueu l 'Església amb els vostres negocis, amb les vostres combinacions, amb les vostres ambicions. No l’anomeneu "La vostra Mare" per fer d'ella la vostra Serva. No la turmenteu i sobretot, no la igualeu a vosaltres. Observeu al greuge que li feu".
"No veieu com ella, l'Església, s'ha pansit des del dia que us té sobre les seves esquenes? Vosaltres la feu estimar tan poc que acabareu per tornar-la odiosa, us ho dic seriosament; acabarà per abandonar-vos. Deixeu-la. Quan hàgiu desaparegut, llavors tornarem a ella. Deixeu-la tranquil·la a aquesta venerable Església, a aquesta venerable mare, deixeu-la en la soledat, en la seva abnegació, en la seva humilitat. És això el que forma la seva grandesa. La seva soledat atraurà a la multitud, la seva abnegació la tornarà potent i la seva humilitat la tornarà majestuosa".
"Vosaltres parleu de l'ensenyament Religiós. Sabeu quina és la verdadera ensenyament religiós, aquell enfront de la qual cal postrar-se; aquella que no cal torbar? És Vicent de Paul que recull al nen abandonat. És el Bisbe de Marsella enmig dels colèrics. És el Bisbe de París que es llança amb un somriure en els llavis en el formidable suburbi de sant Antoni i alça l'emblema de Crist sobre la guerra civil i no mira a la mort amb tal de portar la pau... Vet aquí el veritable ensenyament religiós, real, profunda, eficaç i popular".
"Ah, us coneixem, coneixem al partit clerical. És un partit vell que té el seu magnífic estat de servei. És ell qui, per dir veritat, ha descobert aquestes dues coses belles: la ignorància i l'error. És ell qui prohibeix a la ciència i al geni anar més enllà del missal i que vol enclaustrar el pensament en el dogma. Tots els passos que ha donat la intel·ligència a Europa, els ha fet al seu pesar. La seva història està escrita en el revers de la història del progrés humà. S'ha oposat a tot... no hi ha un poeta, un escrit, un filòsof, un pensador, que acceptin. I tot el que ha estat escrit, descobert, somiat, deduït, il·lusionat, alienat, inventat pels genis, el tresor de la civilització, l'herència comuna de les intel·ligències, ho rebutgen...".
"És ell qui ha fet flagel·lar a qui deia que les estrelles no caurien. És ell qui ha torturat a Campanella per haver afirmat que el nombre dels mons és infinit i per haver entrevist el secret de la creació".
"És ell qui ha perseguit a Harvey per haver trobat la circulació de la sang. Per no desmentir a Josué ha tancat a la presó a Galileu; per no desmentir a Pau ha posat a la presó a Cristòfor Colom. Descobrir les lleis del cel era una impietat; trobar un món era una heretgia".
"Fa ja molt temps que la consciència pública es rebel·la contra vosaltres i que us pregunta, quina cosa voleu? Fa massa temps que preteneu posar un mordassa sobre els llavis de l'esperit humà". "Ah, vosaltres voleu que us donin els pobles per educar-los. Molt bé; vegem llavors els vostres deixebles, vegem els vostres productes. Quina cosa heu fet a Itàlia? Quina cosa heu fet d'Espanya? Des de fa molts segles vosaltres teniu en les vostres mans, a la vostra discreció dins de la vostra escola, sota la vostra fèrula, aquests dos grans nacions il·lustres entre les més il·lustres: Què heu fet amb elles?".
"Ho dic jo, gràcies a vosaltres Itàlia, de qui cap home que pensi pot pronunciar el nom sense un inexplicable dolor filial. Itàlia, aquesta mare de genis i de les nacions que ha escampat a l'univers les més estupefaents meravelles de la poesia i de l'art. Itàlia que ensenyo a llegir al gènere humà, Itàlia avui no coneix ja l'alfabet".
"Espanya, superbament dotada, que havia rebut dels romans la seva primera civilització i dels àrabs la segona i de la Providència i a pesar vostre tot un món, Amèrica. Espanya ha perdut tot gràcies a vosaltres, gràcies al vostre jou embrutidor, un jou de degradació i d'estovament. Espanya ha perdut el secret de la potència que els romans li havien ensenyat, el geni de les arts que havia begut dels àrabs, el món que Déu li havia donat: En canvi de tot això que vosaltres li heu fet perdre, ella ha rebut de vosaltres mateixos: La Inquisició".
"La Inquisició que ha cremat sobre les fogueres o sufocat a les presons cinc milions d'homes". "Llegiu la història. La inquisició que exhumava als morts per cremar-los com herètics. La inquisició declarava als fills d'herètics fins a la segona generació, infames i indignes de qualsevol honor públic, exceptuant només a aquelles que havien denunciat al pare, la inquisició que, mentre jo parlo, té encara en la biblioteca vaticana els manuscrits de Galileu tancats i segellats amb el segell de l'índex".
"És veritat que per consolar a Espanya d'allò que li heu donat li heu posat el malnom de Catòlica. Vet aquí les vostres obres mestres. Aquella llumenera que es deia Itàlia vosaltres l'heu extingit; aquell colós que es deia Espanya, vosaltres ho heu minat. L'una és cendra, l'altra és ruïna.
Quines coses voleu fer ara de França?
Voleu que us digui el que us molesta. És aquesta immensa llum que fa de la nació francesa la nació que il·lumina de tal sort que els seus llamps s'estenen sobre tots els pobles de l'Univers. I aquesta llum de França i aquesta lliure llum i aquesta llum que no ve de Roma, sinó de Déu, és la que vosaltres voleu extingir i la que Nosaltres volem conservar".
"És un joc dolent aquell de fer entreveure, només entreveure a França aquest ideal -la sagristia sobirana-, la llibertat traïda, la intel·ligència vençuda i lligada, els llibres trossejats, el sermó que substitueix a la premsa, la nit cobrint els esperits amb l'ombra del confessionari i de les sotanes i els genis suplantats pels clergues. Jo ho repeteixo -que el partit clerical es cuidi- el Segle Dinou li és contrari".
"Amb certes doctrines que la lògica inflexible i fatal condemna, amb doctrines que donen horror quan s'observen en la història, que ho sàpiga el partit clerical, on vulgui que ell estigui, on vulgui que ell vagi, "Cultivarà les Revolucions".
Per evitar a Torquemada, caurà en Robespierre. Aquells que com jo procuren evitar a les nacions els revessos de l'anarquia i l'adormiment sacerdotal, llancin el crit de guerra. Jo sóc d'aquells que reclamen en aquest noble país la llibertat i no l'opressió, la fe i no el debilitament, la força i no la servitud, la grandesa i no el no-res.
Com?
En aquest segle de novetats, de fets, de descobriments, de conquistes, vosaltres somieu en la Immobilitat? És en aquest gran segle d'esperança que proclameu la desesperació?". Doncs bé, ho repeteixo amb profund dolor, jo que odio les catàstrofes, els esfondraments, ho repeteixo amb la mort en l'ànima:
"Vosaltres no voleu el progrés. Tindreu la revolució social".

17.4.09

Aleksandr Vertinsky: el Bardo

Aleksandr Vertinsky nacio en Kiev entre el diecinueve y el veintiuno de marzo (segun diferentes fuentes) de 1889.
Su padre, Nicolas, era abogado con aspiraciones de literato y su madre, nacida en una familia de la nobleza local, murio cuando Sasha tenia solo tres años.
Dos años despues, de tisis, murio tambien su padre. Sus padres no habian llegado a casarse porque la anterior esposa de Nicolas no le dio el divorcio.
Vertinsky y su hermana Nadya fueron separados y educados por dos tias de la rama materna de la familia. Su infancia no fue de lo mas alegre. En la escuela Vertinsky nunca sobresalio y fue trasladado de una prestigiosa a otra menos y, con el tiempo, fue desafectado de esta.
De a poco fue internandose en el mundillo de la bohemia y, para sobrevivir, trabajo vendiendo postales que el diseñaba, cargando sandias, como corrector en una editorial y como ayudante en un estudio contable. Aunque en su libro autobiografico "Dorogoi dlinnoyu" sobre esto no escribe ni una palabra, prefirio recordar mas en detalle como le complico la vida artistica su erre afrancesada.
Con su hermana volvio a encontrarse muchos años despues, frente al peloton de los escenarios –ambos habian decidido ser artistas–. De cualquier manera no fue muy larga la vida que llevaron en conjunto: durante la primera guerra mundial Nadya murio, probablemente, a causa de una sobredosis de cocaina.
Se terminaba la primera decada del siglo veinte y Vertinsky decide que Kiev le quedaba pequeño. Viaja a Moscu donde cree mayores las posibilidades de demostrar todo lo que vale.
Al comienzo le otorgan algunos papeles de segunda en pequeñas compañias teatrales que supo aprovechar.
No tardo en trabar amistad con algunos futuristas como Mayakovsky y Burlyuk, habia conseguido entrar en el circulo, ser parte de el, con todas sus eternas discusiones, con la cocaina de fiel compañera.
Se sentia bien. "Todos la tomaban: los actores la ocultaban en pequeñas dosis escondidas en sus americanas y se an unas rayas antes de salir a escena, las actrices la escondian entre sus cosmeticos y tambien esnifaban, los poetas y los pintores tambien solian darle. Cuando no habia le pedian a otros y asi siempre creiamos que ese dia habiamos estado mejor que nunca; pero nos engañabamos".
Sasha se volvia cada vez mas dependiente de la coca.
Un dia, por la mañana, vio como un broncineo Pushkin se bajaba de su pedestal para empezar a perseguirlo. Vertinsky se asusto de verdad y comprendio que enloquecia. Decidio que era el momento de visitar a un conocido psiquiatra.
En el año doce Vertinsky por primera vez participo en una pelicula muda y comenzo a actuar con sus famosas parodias en el teatro, haciendo de ellas su estilo. Al comenzar la guerra Vertinsky ya viajaba dando conciertos por las mas grandes ciudades rusas. Su fama crecia y sus canciones melancolicas y languidas eran muy requeridas.
Se enrolo en el catorce como voluntario y al año siguiente estaba de vuelta en Moscu luego de haber sido herido en el frente.
Al regresar de la guerra volvio al teatro minyatur, donde retomo sus canciones-parodias. Cada cancion la transformaba en un pequeña pieza, con una rapida trama y uno o dos heroes. Lentamente fue acercandose a su genero. Lo encontro al comenzar a cantar en cabarets. Cantando y recitando poesias propias y ajenas (Blok, Akhmatova).
Vertinsky celebro la revolucion de febrero; pero escapo de la de Octubre.
En noviembre de 1917 actua por ultima vez en Moscu y viaja al sur donde vivió dos años. Sus ultimos conciertos fueron en Sevastopol.
Desde ahi, a principios del año veinte cruza a Constantinopla y compra un pasaporte para poder seguir el viaje. Este pasaporte lo eliminaba de la categoria "emigrante ruso" y le permitia trabajar sin complicaciones.
En Constantinopla estuvo poco tiempo y paso a Rumania. Al poco tiempo de estar ahi y luego de cantar su cancion "V stepi moldovanskoi" Vertinsky se volvio una piedra en el zapato de las autoridades locales y acusandolo de "agente sovietico" le pidieron que abandonara el pais.
En 1922 Vertinsky llego a Polonia.
Su vida era la de siempre, muchos conciertos, giras por Hungria, Alemania, Austria, Egipto, Palestina. Donde fuera que actuara lo aclamaban: "el Shalyapin de las tablas!", "el bardo de la escena rusa!". Despues se mudo a Berlin y empezo a comprender que haber emigrado fue un gran error. La añoranza por la patria lo mataba y penso ya entonces en volver.
"Que me arrastro hasta aqui? El odio al poder de los soviets? No! No me habian hecho nada malo. Que fue lo que sucedio entonces? Evidentemente fue simplemente una tonteria, o quizas mi pasion por las aventuras... Todas las palmeras, todos los amaneceres y todos los atardeceres del mundo, todo lo exotico que vi en lejanos paises lo cambiaria por un solo plomizo y lluvioso dia en mi Patria."
Desde el veintisiete vivio en Francia donde paso sus mejores años, su fuerza creadora estaba a pleno. Cantaba en salas, en cabares e incluso en restaurantes.
Durante la segunda mitad del treinta y cuatro viajo a Estados Unidos y actuo en Neuva York, Chicago, San Francisco y Los Angeles. En Hollywood a Vertinsky le ofrecieron hacer una pelicula sobre su vida. Sasha declino la invitacion porque no le gustaba el idioma ingles, consideraba que "hablaban como si tuvieran una patata caliente en la boca".
Regresó a Francia en mil nueve treinta y cinco.
"Mis canciones unian a todos los emigrantes. Mi organico amor hacia la patria, los penetraba. Los heria dulce y dolorosamente. En mis conciertos algunos lloraban, otros fruncian el ceño, tambien habia quien sonreia ironicamente. Pero iban todos porque cada uno de ellos se imaginaba a la Patria a su medida... Y yo le cantaba la Patria!".
En el treinta y cinco, antes de mudarse a China canta por primera vez una cancion que todos los emigrantes tomaron como una ofensa:
"Navegamos oceanos,
Surcamos continentes,
Y llevamos a paises ajenos
Nuestra nostalgia por Rusia...
Y es hora de aceptar,
Que en vano hacemos el largo camino..."

La abrumadora mayoria de los emigrantes rusos todavia no querian reconocerlo.
Las palabras de Vertinsky sobre la Patria abandonada que "florece y crece, regenerada a fuego, y que nos perdona y siente pena por ustedes y por mi", fueron tomadas como una traicion.
Durante su estadia en Shanghai, musicaliza por primera vez poetas sovieticos.
Por esa epoca se supo que Vertinsky se habia dirigido a diferentes diplomaticos sovieticos pidiendo que le permitieran volver a la Union Sovietica.
Los periodicos dirigidos por emigrantes blancos lo acusaron de "mercenario bolchevique" y escribieron que "se habia vendido a los rojos". Esto a Vertinsky no le importo demasiado y durante la Gran Guerra Patria orgullosamente cantaba sobre las proezas de los soldados sovieticos.
En China se caso por segunda vez (el primer matrimonio fue efimero y en Alemania) y tuvo una hija. Los tiempos ne eran faciles y llego a dar dos conciertos por dia.
En mil novecientos cuarenta y tres, finalmente, le es permitido regresar a su Patria junto con su familia.
"Veinte años hace que vivo sin Patria. El exilio es un castigo muy duro. Pero todo castigo tiene un limite (...). Vivir lejos de la Patria cuando esta se desangra y no poder ayudarla es lo mas terrible. Los patriotas sovieticos sufren de manera sobrehumana (...). Se los pido, permitanme regresar y ayudar con mis fuerzas, que todavia me bastan, y, si es necesario, con mi vida a la Patria. Todavia puedo serle util a la Patria."
Esta carta fue escrita por Vertinsky luego de una reunion muy curiosa que Brokhes, un allegado a Vertinsky en sus años chinos, cuenta que tuvo el cantante con el embajador ruso despues de un concierto:
–Camarada, Vertinsky, tiene pensado ir a la Union Sovietica?
–Ya varias veces me he inclinado pidiendo perdon; pero siempre recibi la misma respuesta...
–Y digame –interesose el embajador–, usted tuvo una madre?
–Que es esa pregunta tan extraña? Por supuesto.
–Y cuantas veces se inclinaria delante de su propia madre?
–Todas las que hagan falta.
–Entonces inclinese una vez mas...

Como en sus años de exilio no habia logrado hacer dinero, a los cincuenta y cinco le toco empezar desde cero otra vez, dando cerca de veinticinco conciertos al mes, viajando por toda la Union. Actuaba en grandes ciudades que cuando el habia emigrado ni figuraban en los mapas. Daba conciertos para los soldados heridos que llegaban del frente, para los niños huerfanos. Se sentia bien porque se sentia util.
Tambien tuvo encuentros peligrosos con la realidad de la epoca: cuentan que en el cuarenta y ocho Zhdanov llevole a Stalin la lista terminada con los apellidos de los musicos que serian victimas del proximo pogrom ideologico. En ella se mencionaba a Vertinsky.
Stalin tomo un lapiz rojo y tacho el apellido mientras decia: "lo dejaremos a Vertinsky acabar su vida tranquilamente en su Patria".
Y asi fue, en la Union Sovietica termino sus dias cantando hasta el ultimo de ellos.
El veintiuno de mayo de 1957 Vertinsky moria en el hotel Astoria de Leningrado, a los sesenta y ocho años.