11.8.12

La Sombra de Albin Grau


Ayer noche volví a visionar el film Nosferatu, de W.F. Murnau, inquietante, siniestra y sobrecogedora obra de arte. Una de las películas más trascendentales de la historia del cine y que no se parece a ninguna otra que se haya hecho después.
Tras el visionado, releí el artículo "En busca de Albin Grau: "Sobre el trasfondo esotérico de Nosferatu" del genial Luciano Berriatua, el mayor especialista mundial en la filmografía de Murnau.
Albin Grau, fue mucho más que el productor y el director artístico del film. Es en sí mismo un verdadero misterio dentro de un enigma.
Albin Grau es el alma de Nosferatu. 
Es el inspirador de un complejo experimento ocultista que tenía como objetivo  utilizar el cine para transmitir al público unos conocimientos secretos que llevasen, a todo aquel que supiera ver, a abrir una puerta  hacia el Otro Lado.
Y es que Nosferatu es una película ocultista hecha por ocultistas en la que Albin Grau fue su pieza clave. 
En otras palabras, su autor intelectual.
Grau era miembro de la sociedad secreta Fraternitas Saturni en la que adoptó como simbólico el nombre de Frater Pacitius.
La Fraternitas Saturni había sido fundada formalmente por Gregor A. Gregorius seudónimo de Eugen Grosche como una organización de corte luciferino y con una estructura paramasónica estructurada en 33 Grados.
La Fraternitas Saturni tomaba buena parte de sus doctrinas (por lo demás muy eclécticas) de la Teosofía, de la "Ley de Thelema" de Aleister Crowley, de la magia sexual practicada por la O.T.O (Ordo Templi Orientis)   y de la Antroposofía  de Rudolf Steiner.
La sociedad publicaba una especia de revista-boletín bajo el título de "Saturn Gnosis" en la que Albin Grau gustaba de escribir artículos sobre magia, mitología y ocultismo e inquietantes ilustraciones simbólicas (era también ilustrador) con títulos como "Los Moais de la Isla de Pascua", "El Ente" o " Paganini y el Diablo", todos ellos con una estética que crea una tremenda inquietud con el uso de la sombra como herramienta simbólica para mostrar el lado oculto de la realidad y que posteriormente podremos ver reflejada en el cartel anunciador de la película Nosferatu, del que Grau será también su autor.
Durante la Primera Guerra Mundial, Albin Grau estuvo combatiendo en Serbia, donde se sumergió en las tradiciones vampíricas.
Tras la guerra, en una de sus repetidas visitas a Praga,  se encontró con un antiguo amigo de la guerra en una antigua posada, en la que habitó el emperador Rodolfo II, un apasionado de la  Alquimia y las Artes Mágicas.
En esta posada, Albin Grau empezó a desarrollar una teoría en la cual él creía que el vampirismo había azotado aquel lugar y que se había alimentado de los cuerpos de los soldados muertos en la primera guerra mundial.
En 1921, Albin Grau y el empresario Enrico Dieckmann fundan, junto con otros ocultistas, la productora Prana Film que, ya en su propio nombre y logo se hace una clara declaración de las intenciones últimas que perseguía el proyecto.
En la concepción ocultista de Albin Grau, la ignorancia está representada por las sombras, lo oscuro, la ausencia de luz, del conocimiento. La Gnosis, es la luz. Por eso el logo de Prana Film es un Yin y un Yang tumbados. La luz del conocimiento está encima, triunfando sobre la negra ignorancia.
Prana es un término sánscrito tomado por la Teosofía de Mme. Blavatsky para designar a la energía vital, a la propia esencia de la vida y como escribía el masón Goethe en su Fausto poniéndolo en boca de Mefistófeles "la sangre es un fluido muy especial".
Rudolf Steiner, era un rendido admirador de Goethe a cuyo estudio dedicó buena parte de su vida. En 1906 rescribió el artículo "El significado oculto de la sangre" en el cual profundiza en el estudio de la frase de Goethe en Fausto, concluyendo que la sangre es el fluido vital porque es el vehículo del oxígeno, que es el auténtico aliento de vida.
En el mismo sentido, también Helena Blavastky asociaba la Prana con la respiración.
Desde una óptica teosófica, el Prana puede pasar de unos seres a otros -aquí entra el vampirismo- y se transmite por la sangre. Como podemos ver, el discurso de los teósofos con respecto al Prana, es muy similar al que hace el profesor Bulwer a sus alumnos en la película, presentando a todos los seres tomando la Prana de la naturaleza a través de otros seres vivos.
A proposito de Steiner diremos que éste fue mentor y maestro de Heinrich Tränker, Gran Maestre de la Logia Pansofista y Tränker fue a su vez maestro e iniciador de Albin Grau, a quien  introdujo en la O.T.O (Ordo Templi Orientis) a la que pertenecía Aleister Crowley, a quien Grau también conocía.
Entre las sesiones de instrucción que impartió Albin Grau en la escuela de estudios ocultistas que creó el fundador de la Fraternitas Saturni, Eugen Grosche en Berlín, podemos encontrar temas tan evidentes como "El vampirismo y la magia de la sangre" o "La magia en el Fausto de Goethe", tal y como se puede leer en el programa del curso publicado en la revista-boletín de la Fraternitas Saturni.
Aleister Crowley, quien, como ya se ha comentado, conoce Grau en la OTO y constituirá una importante fuente doctrinal en el armazón  filosófico de la Fraternitas Saturni, daba también una importancia fundamental a la sangre como vehículo de la vida.
Según Crowley todas las grandes civilizaciones han avanzado gracias a los sacrificios de sangre ya que sólo con estos sacrificios pueden alejarse las sombras de las enfermedades que, siguiendo al alquimista Paracelso como hace en la película el paracelsiano profesor Bulwer, son entes astrales creados por los malos pensamientos de los seres humanos.
Las enfermedades, según Crowley, igual que las guerras o las plagas que se abaten sobre la humanidad no tienen causas físicas sino espirituales y son creadas por el miedo y la ignorancia, reclaman un sacrificio de sangre para renovar al mundo y salvarlo.
Paracelso, fuente doctrinal de las enseñanzas de Crowley con respecto al poder de la sangre,  considera que, siendo la enfermedad un cuerpo astral que se alimenta, crece y se desarrolla a partir de los malos pensamientos de los individuos y se extiende en forma de plaga, de nada sirven los remedios de los médicos como el cerrar las puertas y ventanas para impedir su paso, concepto que si recordáis los que hayáis visionado Nosferatu, es precisamente la recomendación de los médicos para acabar con la plaga que está asolando Wisborg.
Al final, sólo el sacrificio de la sangre de la inocente y pura Ellen podrá salvar a la comunidad de la corrupción traída por Nosferatu.
La sangre es la clave de la vida, como repite el aprendiz de ocultista Knock, que enloquece por la ansiedad de ver llegar al maestro. En una clara metáfora ocultista Knock come moscas para arrebatarles su fluido vital como hacen las arañas con los insectos atrapados en su tela.
Grau estaba fuertemente impactado por la novela Drácula de Bram Stoker, así que parece lógico que la primera película que se planteara realizar su productora para plasmar su proyecto ocultista sea precisamente Nosferatu, el vampiro que se alimenta de la energía vital, el prana, el alma que se encuentra en la sangre.
Un vampiro es un cuerpo astral, como decía Paracelso, un cuerpo ficticio, una aparición, una sombra, un fantasma desprendido del cuerpo físico. Para Paracelso el cuerpo astral es la esencia de los "aparecidos" y para Blavatsky y los teósofos, los vampiros también son considerados como entidades astrales. De este modo, lo único que queda del hombre convertido en vampiro es su cuerpo astral. Su cuerpo físico ha muerto y ha sido enterrado en su ataúd, disuelto en la tierra que el vampiro debe llevar consigo porque su cuerpo astral no se ha purificado, no se ha liberado de lo terreno y no puede alejarse de los restos de su cuerpo físico del que es una copia.
Es de la tierra emponzoñada que contiene su cuerpo físico y de la sangre, el fluido vital que lo mantiene con vida, donde el vampiro toma la fuerza que da forma a su cuerpo astral.
Pocos conocen que el experimento ocultista diseñado por Albin Grau y que se plasmaría en Nosferatu se presentó en sociedad como “un film erótico-ocultista-espiritista-metafísico”.
Para llevar adelante el proyecto, Albin Grau llama a Friedrich W. Murnau, director todavía poco relevante pero cuyo talento le había fascinado  y a Henrik Galeen, guionista de "El Golem" y por más señas, miembro de la  Orden Rosacruz. El propio Grau se reservó las labores de dirección artística y diseño de vestuario, además de la producción junto a Enrico Dieckmann.
Para dar vida a Nosferatu llamaron a Max Schreck (Alfred Abel), actor de la compañía Reinhardt y para el papel de Ellen (el trasunto de la Mina Harker de la novela de Stoker), Murnau se decidió por Ruth Landshoff porque le recordaba a una ilustración del pintor Wilhelm von Kaulbach. Para el papel de Hutter (el Jonathan Harker de la novela de Stoker), Murnau se decidió por Gustav von Wangenheim, demasiado sobreactuado para mi gusto, pero, en fin...
Albin Grau dibujó los bocetos de cada una de las escenas de la película, inspirándose en las ilustraciones que realizó Hugo Steiner-Prag para la novela de Gustav Meyrink "El Golem" e incluso el rostro de Nosferatu está basado en una de sus ilustraciones.
En el texto de Steiner sobre el poder de la sangre, al que anteriormente hemos referido, existen más claves que podemos descubrir también en el film.
El sonambulismo de Ellen, por ejemplo, es lo que la hace caer en el plano de dominio del vampiro. Para Steiner "la actividad cerebral es nula en el sonámbulo que, de forma oscura y un tanto vaga, siente la vida del Cosmos entero".  Pero... si la actividad cerebral es nula: ¿qué es lo que rige nuestro cuerpo?.
Steiner distingue siete estados en el hombre: el cuerpo físico, el cuerpo eterice o vital, el cuerpo astral, el yo o ego, y tres estados superiores. El conjunto es el hombre realizado en siete planos o sapta-prana, que era, curiosamente, el título de uno de los proyectos de Grau para Prana Films.
Nosferatu sería un ser en estado animal, un cuerpo astral sin conciencia, incluso separado del cuerpo físico y con un cuerpo etérico inestable tomado de sus víctimas.
Otro guiño ocultista. En el guión de Henrik Galeen, el vampiro se desvanece con la luz dejando una columna de humo blanco al desaparecer. Hay que suponer que Albin Grau, debió tomar esta idea de otro de sus mentores espirituales, el ocultista Eliphas Levi que en su obra  Dogma y Ritual de la Alta Magia explica que cuando se destruye un cuerpo astral deja tras de sí una columna de humo con un fuerte olor a incienso.
Algunas de las ideas ocultistas que se plasman en la película Nosferatu, surgieron del interés de Albin Grau por la matemática mágica. Por ejemplo, el cartel de la pared del paracelsiano profesor Bulwer, se muestra la aritmética de Athanasius Kircher. Por otra parte, la ilustración inicial del tratado sobre los vampiros está extraída de un motivo contra el mal de ojo.
Al comienzo de la cinta, hay una escena muy llamativa desde el punto de vista ocultista.
Cuando Knock le encomienda a Hutter la gestión de los asuntos del conde, sostiene una carta plegada, remitida por el vampiro. No permite que el joven la vea en ningún momento y sólo la lee cuando se encuentra alejado o cubriéndola con su cuerpo.
Cuando puede verse, muestra por ambos lados del papel una serie de signos que no pertenecen a ningún alfabeto.
En este punto, Berriatúa es absolutamente clarificador al decirnos que “Están llenas de signos tomados de auténticos grimorios y tratados paracelsianos. Estos extraños signos son tan convincentes que incluso podríamos intentar traducirlos”. Más concretamente, Berriatúa identifica el alfabeto hermético de las cartas con el texto rosacruz Ritual de la Muerte Egipcia.
Además, Grau decora con símbolos y parafernalia ocultista el estudio del profesor Bulwer y las páginas ilustradas de El libro de los Vampiros, que por cierto, sólo pueden verse dependiendo de la copia se contemple. En concreto, aparece un sello inspirado en un talismán griego y en un mosaico romano contra el mal de ojo.
Otra vuelta de tuerca. La Magia de Abramelín el Mago (recopilada en el libro "La Magia Sagrada"  por su discípulo Abraham el Judío hacia el 1458), era sobradamente conocida por Albin Grau  y es una constante en muchas de las claves ocultas del film.
Abraham el Judío llevó a Europa los conocimientos de su maestro Abramelín difundiéndolos y enseñándolos a un círculo selecto de personalidades entre ellas al Rey de Hungría, Segismundo, el cual así mismo las difundió en la Orden Secreta "Los caballeros de la Orden del Dragón", fundada por él mismo, y de la cual fueron también ilustres miembros y grandes personalidades de esa época.
Entre dichas personalidades se podría mencionar a Vlad Tepes II Dracul, Voivoda de Valaquia y que fue iniciado  en la orden debido a su bravura y ferocidad en la guerra contra los turcos. A su vez, su hijo, Vlad Tepes III Draculea, conocido como Vlad el Empalador y por lo demás personaje que inspirará a Bram Stoker para crear su personaje de Drácula, también bebió de las enseñanzas de esta Orden.
Según los rituales relatados por Abraham el Judío, se puede conseguir resucitar muertos para convertirlos en Vampiros, por obra de los Espíritus, las Empusas y sobre todo por estar involucrados los cuatro Príncipes Soberanos del Infierno (Satán, Lucifer, Belial y Leviatán).
Conocedor de ello, en un cartel anunciador de la película, ilustrado por el propio Albin Grau se puede leer: "de la semilla de Belial nace el Vampiro Nosferatu que vive en cámaras subterráneas", con lo cual Albin Grau está haciendo una clara mención a los rituales de Abramelín el Mago. Por lo demás, en el guión de la película, sin duda por indicación de Albin Grau, se hace mención a la semilla del Príncipe Soberano al referirse a Nosferatu.
Por otra parte, el nombre del barco en el que Nosferatu llega a Wisborg es "Empusa", lo cual es un nuevo guiño ocultista al espectador.
Recordemos en este punto que mitológicamente, las Empusas caracterizan a las hijas de Hécate, la cual reinaba en el mundo de los Espíritus y los Espectros, y que se alimentaban de la sangre de los hombres mortales. Esto no dista mucho del planteamiento que encontramos en el Drácula de Stoker, en el significado del nombre del velero: el  "Demeter", que simboliza, según la mitología griega, a la hija de Cronos y de Rea y madre de Perséfone, que fue raptada por Hades, Señor del infierno.
Hasta aquí algunos apuntes sobre los mensajes ocultistas que Albin Grau vierte en su experimento metacinematográfico.
Sobre  lo que fue de Albin Grau tras Nosferatu poco sabemos y lo que se sabe es muy confuso.
Grau se retiró del cine para centrarse en el mundo del ocultismo tras rodar como director un documental, hoy perdido, sobre la estancia en Alemania en 1925 de Aleister Crowley.
En 1936, Fraternitas Saturni es ilegalizada por el régimen nazi. Aunque los nazis persiguieron a los miembros de la logia, parece que Grau logró huir a Suiza en 1938 con su hija enferma, instalándose en la logia OTO de Locarno, dirigida por Alice Sprengel.
Según diversas informaciones, morirá en Suiza en 1971.
Otras hipótesis, especulan en que tras el fin de la guerra volvió a Alemania y vivió en Bayrischzell (Baviera), si hemos de creer las informaciones recogidas por el estudioso Lans Menk, de Marcus Khmer y de otros miembros de la reconstituida Fraternitas Saturni. 
Otros rumores apuntan que murió en un campo de concentración nazi, aunque no hay nada concluyente sobre ninguna de estas hipótesis.
No hay fotografías oficiales de Albin Grau. De hecho, Luciano Berriatua se ha pasado, como el mismo cuenta, más de 30 años buscándolas.
Quizás la que ofrecemos puede ser la única imagen de Albin Grau de la que se dispone... o quizás no.




No hay comentarios: