27.10.08

El Sueño de Polifilo

Acabo de leer “El Sueño de Polifilo”, un libro que llevaba mucho tiempo esperando en mi biblioteca y no por falta de ganas de enfrascarme vorazmente en su lectura, porque hay libros (pocos desgraciadamente) cuya lectura resulte un largo viaje interior lleno de obstáculos pero también de momentos inolvidables. Y este es uno de ellos, sin lugar a duda.
La "Hypnerotomachia Poliphili" o "El sueño de Polífilo", como se titula finalmente esta obra, fue impresa 1499 y aunque el libro guarda celosamente el misterio de su autor, algunos indicios señalan a la autoría del fraile veneciano Francesco Colonna.
El Sueño de Polifilo, es una de las obras literarias más hermosas y controvertidas del Renacimiento y es un verdadero monumento hermético.
Comentaré brevemente el argumento.
En la primera parte del libro, Polifilo, el protqagonista, cae en un sueño febril y hace un complicado viaje, a través de regiones y construcciones alegóricas en busca de su amada Polia.
En la segunda mitad se enmarca dentro del mismo sueño, pero esta vez es Polia quién cuenta su historia y la de Polifilo.
Cuando la narración de Polia termina, Polifilo despierta y maldice la luz del día por haberle arrancado a su amor.
A primera vista, El sueño de Polifilo, parecería una burda historia de amor, pero tras esta pantalla, se oculta un profundo y complejo tratado sobre la mística del Renacimiento, ya que sin duda alguna, esta obra fue un intento desesperado de los Humanistas por proteger y preservar de la destrucción toda su sabiduría.
El mismo nombre de Polifilo, nos revela el primer misterio descubierto.
Poli significa sabiduría al igual que Polia y Filo: amor.
Polifilo es el amante de la sabiduría (Polia), y su sueño simboliza el viaje del hombre en busca del conocimiento trascendental. Una búsqueda tortuosa de un hombre que ya ha concluido todas sus batallas terrenales y busca una ascensión espiritual y un conocimiento, más allá de lo humano, para lo que tiene que despojarse de todo lo material y mundano, para alcanzar la espiritualidad absoluta.
La reputación que tuvo en su época como libro erótico por un lado, y su fama de texto ilegible por otro, condenaron este texto casi al olvido del público en general aunque, según se desprende de un artículo que en 1881 Grasset d'Orcet en la 'Revue Britannique' se rehabilitó este texto gracias a la desconocida pero influyente Sociedad de la Niebla, que en Francia "atrapaba" en sus filas a pintores tan notables como Delacroix y Poussin, novelistas como Alejandro Dumas, George Sand, Gerard de Nerval, Julio Verne, su editor Hetzel o el fotógafo Nadar, inmortalizado por el propio Verne como Ardan en su primera novela 'Cinco semanas en Globo'.
Probablemente fueron Dumas y Hetzel los responsables de muchas de esas relaciones y de la difusión de las claves de lectura de 'El Sueño de Polifilo' entre autores franceses como el propio Gerard de Nerval, quien inspiró algunas de sus obras -en especial la titulada 'Angelique'- en el texto de Colonna.
Rabelais, por su parte, se interesará abiertamente por 'El Sueño de Polifilo' copiando en su libro 'Gargantúa' algunos de los métodos empleados por Colonna para encubrir información sobre sus andanzas amorosas.
En su libro 'Julio Verne, iniciado e iniciador', Michel Lamy encuentra ecos de 'El Sueño de Polifilo' en novelas como 'El Castillo de los Carpatos' o 'Viaje al centro de la Tierra'.
De todos los personajes vernianos sin duda es Philéas Fogg, protagonista de su famosa novela 'La vuelta al mundo en 80 días', el que más se aproxima al ideal de Polifilo.
Etimológicamente (como sucedía con el capitán Panfilo de Dumas), Philéas puede descomponerse en eas -que en griego significa todo y es el equivalente de poli, convirtiéndose este personaje en un nuevo Polifilo.
No quisiera olvidarme de las espléndidas ilustraciones que acompañan la edición (cuya paternidad tampoco está del todo clara) y que permiten al lector captar de un sólo vistazo la intensa mente rica complejidad hermética de emblemas, monumentos, edificios, estelas, inscripciones y escenarios en los que se desenvuleve la obra. Una gozada que me hizo recordar la lectura ya hace unos años de “El Misterio de las Catedrales” y de “las Moradas Filosofales” de Fulcanelli.
En definitiva, un libro total e inclasificable que debiera leer cualquier amante del simbolismo y que no puedo dejar de recomendar a cuantos lean este post.

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