12.8.12

Los Perros de Nizan

Article de José María Ridao. Publicat a El País (2-8-2012)

Traicionan al ser humano aquellos economistas que preconizan una política de austeridad a ultranza para combatir la crisis del euro y se desentienden de sus efectos devastadores, del paro y de la miseria

El director del Bundesbank, Jens Weidmann, declaró recientemente que se sobrevaloraba el papel que el Banco Central Europeo podía desempeñar en la solución de la crisis del euro. Interesante y significativa especulación teórica de un economista con responsabilidades públicas que tiene en sus manos el presente y el futuro de varias generaciones de europeos; interesante y significativa especulación, no tanto porque explique la posición del Bundesbank contraria a que el Banco Central Europeo compre deuda de los países con problemas o articule cualquier otra forma de actuación como porque revela la forma en la que el Bundesbank dirigido por Weidmann razona a la hora de tomar las decisiones económicas que afectan a la totalidad de la Eurozona.
A juzgar por sus declaraciones, para Weidmann está claro: una especulación teórica acerca de la sobrevaloración del papel del Banco Central Europeo debe pesar más que una constatación empírica a la hora de adoptar decisiones para resolver la crisis del euro. En concreto, debe pesar más que la constatación empírica de que la política alternativa a la compra de deuda o a la articulación de cualquier otra forma de actuación por parte del Banco Central Europeo, la política de austeridad a ultranza que patrocina el Bundesbank bajo la dirección de Weidmann, lleva dos años provocando nuevos y colosales destrozos sobre los que ya dejó a su paso la burbuja financiera e inmobiliaria en las economías más frágiles de la Eurozona.
Gracias a la política de austeridad a ultranza, donde el desenfreno de la burbuja financiera e inmobiliaria dejó paro hay más paro; donde dejó déficit hay más déficit; donde dejó problemas de financiación hay más problemas de financiación. Una crisis manejable en sus inicios se ha convertido, gracias a la política de austeridad a ultranza, en una amenaza para la supervivencia del euro, con su abrumador cortejo de negros presagios.
Nadie duda de que este paisaje económico es desolador, ni siquiera Weidmann y el Bundesbank. Solo que Weidmann y el Bundesbank son ya los únicos o casi los únicos en seguir sosteniendo que la desolación de este paisaje económico no justifica un cambio de rumbo en la política de austeridad a ultranza adoptada contra la crisis. Hacerlo sería tanto como reconocer que una constatación empírica, así sea tan clamorosa como la ruina de Grecia, Irlanda y Portugal, a la que pronto puede seguir la de España e Italia, y quién sabe si la de toda Europa, debería pesar más que una especulación teórica acerca de la sobrevaloración del papel del Banco Central Europeo en la solución de la crisis del euro. Para Weidmann y el Bundesbank, para los economistas que razonan como Weidmann y el Bundesbank, sería tanto como un mundo al revés, un mundo en el que las decisiones económicas responderían a los zafios estímulos de los hechos y no a las exigencias asépticas de la teoría.
En 1932, un joven licenciado de la École Normale Supérieure de París, Paul Nizan, se despidió de los estudios filosóficos a los que se había consagrado hasta entonces con un iracundo ensayo titulado Los perros guardianes.
Nizan reprochaba a los filósofos de su tiempo extraviarse en una logomaquia de conceptos que, en último extremo, les servía de justificación para mantener fuera de su campo de preocupaciones los múltiples problemas que acabarían desencadenando la catástrofe apenas unos años más tarde. Bien estaba hablar de ananké, cogito, noúmeno y otras construcciones racionales destiladas desde los tiempos clásicos, pero, en la perspectiva de Nizan, había llegado el momento de colocar la filosofía y a los filósofos contra la pared y requerirles su opinión “sobre la guerra, el colonialismo, la racionalización de las fábricas, el amor, las diferentes formas de morir, el paro, la política, el suicidio, las medidas de orden público, el aborto”; en fin, “sobre todos los asuntos que preocupan verdaderamente al mundo” y que, con mínimas variaciones, son los que le siguen preocupando, pese a la reverenciada fantasía de que las nuevas tecnologías han desencadenado una nueva era y una revolución civilizacional.Si Nizan dirigía este inventario de problemas a la vez titánico y aproximativo a la filosofía y a los filósofos era porque, a la altura de 1932, se esperaba de la filosofía y de los filósofos que ofrecieran las respuestas capaces de conjurar el pavoroso horizonte que comenzaba a dibujarse.
Hoy, por el contrario, esas respuestas no se esperan de la filosofía y de los filósofos, y de ahí que la reiterada cantinela de dónde están la filosofía y los filósofos, de dónde están los intelectuales en estos tiempos de crisis, parezca obedecer a la desesperada incongruencia de reclamar que comparezcan los sastres para sofocar un incendio devorador. Por propia voluntad o por responsabilidad sobrevenida, el papel de la filosofía y de los filósofos lo ocupan hoy la economía y los economistas, lo cual no significa que el razonamiento de Nizan carezca de sentido. Significa, tan solo, que es a la economía y a los economistas, que es a quienes razonan como Weidmann y el Bundesbank bajo la dirección de Weidmann, a quienes habría que colocar contra la pared y requerirles su opinión sobre los asuntos que, para Nizan, preocupaban verdaderamente al mundo y que, por desgracia, le siguen preocupando. Requerirles su opinión, si no sobre todos los asuntos inventariados por Nizan, sí sobre la guerra, el paro, la política, el suicidio; requerirles su opinión, su modesta opinión, sobre la falta de atención en los hospitales, el deterioro de la educación pública o el destino de unos europeos que, con una vida de trabajo a las espaldas, temen verse desasistidos al final de sus días y con sus ahorros reducidos a simple calderilla. Requerírsela, incluso, sobre “la tragedia del hombre laborioso y capacitado que consagra su juventud a adquirir una técnica difícil y que luego se ve envejecer y morir en la miseria, sin que el mundo le haya ofrecido jamás la ocasión de ser útil y sin que haya podido probar si servía o no”; una tragedia que recuerda demasiado a la de millones de jóvenes europeos de hoy, pero que es, en realidad, la descripción que hizo el periodista español Chaves Nogales de la situación en la que se encontraba Alemania, precisamente Alemania, por las mismas fechas en las que Nizan escribió su iracundo ensayo Los perros guardianes.
Interesa la opinión de la economía y de los economistas, interesa sobre todo la opinión de la economía y de los economistas que razonan como Weidmann y el Bundesbank ante la crisis del euro, aunque sea obcecadamente previsible. El sufrimiento actual, vienen a decir, es el tributo que hay que pagar para alcanzar el bienestar futuro. Aun teniendo poca o ninguna confianza en la capacidad del ser humano para aprender de los errores del pasado, era difícil imaginar que la Europa que renunció a las grandes utopías, que la Europa que quiso unirse a fuerza de solidaridad y pequeños pasos, que la Europa que se construyó desde el convencimiento de que el poder político debía impedir el mal y no perseguir el bien, recuperaría alguna vez la forma de razonar que estuvo en el origen de la catástrofe. Al menos eso parecía haberlo aprendido Europa, que el sufrimiento presente no puede justificarse en nombre de ninguna felicidad futura. Incluso si esa felicidad futura se banaliza hasta el esperpento y, a diferencia de las grandes utopías del siglo XX, no promete ya un esplendoroso imperio de mil años ni una idílica sociedad sin clases, sino la singular, la prodigiosa, la épica conquista de ¡la consolidación fiscal!
“Si un químico inventa un explosivo, solo habrá actuado como químico y, probablemente, como buen químico”, escribió Paul Nizan. “Si después promueve el empleo de ese explosivo contra ciudades, contra obreros en huelga, entonces traiciona al ser humano aunque siga siendo buen químico, aunque no traicione a la química”.
La traición al ser humano que está revelando la política de austeridad a ultranza para combatir la crisis del euro no es la de la química y los químicos; ni siquiera la de la filosofía y los filósofos; tampoco la de los intelectuales. Es la traición de la economía y de los economistas, la de cierta economía y la de ciertos economistas.
Clérigos celosos de los conceptos destilados por su ciencia, se desentienden de los devastadores efectos de aplicarlos sobre los europeos de hoy, a quienes arrojan sin que les tiemble el pulso, soberbios en el baluarte inexpugnable de sus especulaciones teóricas, al paro, la miseria, el miedo y la desesperanza. Exactamente como, referido a la filosofía y a los filósofos, denunciaba Paul Nizan.

11.8.12

La Sombra de Albin Grau


Ayer noche volví a visionar el film Nosferatu, de W.F. Murnau, inquietante, siniestra y sobrecogedora obra de arte. Una de las películas más trascendentales de la historia del cine y que no se parece a ninguna otra que se haya hecho después.
Tras el visionado, releí el artículo "En busca de Albin Grau: "Sobre el trasfondo esotérico de Nosferatu" del genial Luciano Berriatua, el mayor especialista mundial en la filmografía de Murnau.
Albin Grau, fue mucho más que el productor y el director artístico del film. Es en sí mismo un verdadero misterio dentro de un enigma.
Albin Grau es el alma de Nosferatu. 
Es el inspirador de un complejo experimento ocultista que tenía como objetivo  utilizar el cine para transmitir al público unos conocimientos secretos que llevasen, a todo aquel que supiera ver, a abrir una puerta  hacia el Otro Lado.
Y es que Nosferatu es una película ocultista hecha por ocultistas en la que Albin Grau fue su pieza clave. 
En otras palabras, su autor intelectual.
Grau era miembro de la sociedad secreta Fraternitas Saturni en la que adoptó como simbólico el nombre de Frater Pacitius.
La Fraternitas Saturni había sido fundada formalmente por Gregor A. Gregorius seudónimo de Eugen Grosche como una organización de corte luciferino y con una estructura paramasónica estructurada en 33 Grados.
La Fraternitas Saturni tomaba buena parte de sus doctrinas (por lo demás muy eclécticas) de la Teosofía, de la "Ley de Thelema" de Aleister Crowley, de la magia sexual practicada por la O.T.O (Ordo Templi Orientis)   y de la Antroposofía  de Rudolf Steiner.
La sociedad publicaba una especia de revista-boletín bajo el título de "Saturn Gnosis" en la que Albin Grau gustaba de escribir artículos sobre magia, mitología y ocultismo e inquietantes ilustraciones simbólicas (era también ilustrador) con títulos como "Los Moais de la Isla de Pascua", "El Ente" o " Paganini y el Diablo", todos ellos con una estética que crea una tremenda inquietud con el uso de la sombra como herramienta simbólica para mostrar el lado oculto de la realidad y que posteriormente podremos ver reflejada en el cartel anunciador de la película Nosferatu, del que Grau será también su autor.
Durante la Primera Guerra Mundial, Albin Grau estuvo combatiendo en Serbia, donde se sumergió en las tradiciones vampíricas.
Tras la guerra, en una de sus repetidas visitas a Praga,  se encontró con un antiguo amigo de la guerra en una antigua posada, en la que habitó el emperador Rodolfo II, un apasionado de la  Alquimia y las Artes Mágicas.
En esta posada, Albin Grau empezó a desarrollar una teoría en la cual él creía que el vampirismo había azotado aquel lugar y que se había alimentado de los cuerpos de los soldados muertos en la primera guerra mundial.
En 1921, Albin Grau y el empresario Enrico Dieckmann fundan, junto con otros ocultistas, la productora Prana Film que, ya en su propio nombre y logo se hace una clara declaración de las intenciones últimas que perseguía el proyecto.
En la concepción ocultista de Albin Grau, la ignorancia está representada por las sombras, lo oscuro, la ausencia de luz, del conocimiento. La Gnosis, es la luz. Por eso el logo de Prana Film es un Yin y un Yang tumbados. La luz del conocimiento está encima, triunfando sobre la negra ignorancia.
Prana es un término sánscrito tomado por la Teosofía de Mme. Blavatsky para designar a la energía vital, a la propia esencia de la vida y como escribía el masón Goethe en su Fausto poniéndolo en boca de Mefistófeles "la sangre es un fluido muy especial".
Rudolf Steiner, era un rendido admirador de Goethe a cuyo estudio dedicó buena parte de su vida. En 1906 rescribió el artículo "El significado oculto de la sangre" en el cual profundiza en el estudio de la frase de Goethe en Fausto, concluyendo que la sangre es el fluido vital porque es el vehículo del oxígeno, que es el auténtico aliento de vida.
En el mismo sentido, también Helena Blavastky asociaba la Prana con la respiración.
Desde una óptica teosófica, el Prana puede pasar de unos seres a otros -aquí entra el vampirismo- y se transmite por la sangre. Como podemos ver, el discurso de los teósofos con respecto al Prana, es muy similar al que hace el profesor Bulwer a sus alumnos en la película, presentando a todos los seres tomando la Prana de la naturaleza a través de otros seres vivos.
A proposito de Steiner diremos que éste fue mentor y maestro de Heinrich Tränker, Gran Maestre de la Logia Pansofista y Tränker fue a su vez maestro e iniciador de Albin Grau, a quien  introdujo en la O.T.O (Ordo Templi Orientis) a la que pertenecía Aleister Crowley, a quien Grau también conocía.
Entre las sesiones de instrucción que impartió Albin Grau en la escuela de estudios ocultistas que creó el fundador de la Fraternitas Saturni, Eugen Grosche en Berlín, podemos encontrar temas tan evidentes como "El vampirismo y la magia de la sangre" o "La magia en el Fausto de Goethe", tal y como se puede leer en el programa del curso publicado en la revista-boletín de la Fraternitas Saturni.
Aleister Crowley, quien, como ya se ha comentado, conoce Grau en la OTO y constituirá una importante fuente doctrinal en el armazón  filosófico de la Fraternitas Saturni, daba también una importancia fundamental a la sangre como vehículo de la vida.
Según Crowley todas las grandes civilizaciones han avanzado gracias a los sacrificios de sangre ya que sólo con estos sacrificios pueden alejarse las sombras de las enfermedades que, siguiendo al alquimista Paracelso como hace en la película el paracelsiano profesor Bulwer, son entes astrales creados por los malos pensamientos de los seres humanos.
Las enfermedades, según Crowley, igual que las guerras o las plagas que se abaten sobre la humanidad no tienen causas físicas sino espirituales y son creadas por el miedo y la ignorancia, reclaman un sacrificio de sangre para renovar al mundo y salvarlo.
Paracelso, fuente doctrinal de las enseñanzas de Crowley con respecto al poder de la sangre,  considera que, siendo la enfermedad un cuerpo astral que se alimenta, crece y se desarrolla a partir de los malos pensamientos de los individuos y se extiende en forma de plaga, de nada sirven los remedios de los médicos como el cerrar las puertas y ventanas para impedir su paso, concepto que si recordáis los que hayáis visionado Nosferatu, es precisamente la recomendación de los médicos para acabar con la plaga que está asolando Wisborg.
Al final, sólo el sacrificio de la sangre de la inocente y pura Ellen podrá salvar a la comunidad de la corrupción traída por Nosferatu.
La sangre es la clave de la vida, como repite el aprendiz de ocultista Knock, que enloquece por la ansiedad de ver llegar al maestro. En una clara metáfora ocultista Knock come moscas para arrebatarles su fluido vital como hacen las arañas con los insectos atrapados en su tela.
Grau estaba fuertemente impactado por la novela Drácula de Bram Stoker, así que parece lógico que la primera película que se planteara realizar su productora para plasmar su proyecto ocultista sea precisamente Nosferatu, el vampiro que se alimenta de la energía vital, el prana, el alma que se encuentra en la sangre.
Un vampiro es un cuerpo astral, como decía Paracelso, un cuerpo ficticio, una aparición, una sombra, un fantasma desprendido del cuerpo físico. Para Paracelso el cuerpo astral es la esencia de los "aparecidos" y para Blavatsky y los teósofos, los vampiros también son considerados como entidades astrales. De este modo, lo único que queda del hombre convertido en vampiro es su cuerpo astral. Su cuerpo físico ha muerto y ha sido enterrado en su ataúd, disuelto en la tierra que el vampiro debe llevar consigo porque su cuerpo astral no se ha purificado, no se ha liberado de lo terreno y no puede alejarse de los restos de su cuerpo físico del que es una copia.
Es de la tierra emponzoñada que contiene su cuerpo físico y de la sangre, el fluido vital que lo mantiene con vida, donde el vampiro toma la fuerza que da forma a su cuerpo astral.
Pocos conocen que el experimento ocultista diseñado por Albin Grau y que se plasmaría en Nosferatu se presentó en sociedad como “un film erótico-ocultista-espiritista-metafísico”.
Para llevar adelante el proyecto, Albin Grau llama a Friedrich W. Murnau, director todavía poco relevante pero cuyo talento le había fascinado  y a Henrik Galeen, guionista de "El Golem" y por más señas, miembro de la  Orden Rosacruz. El propio Grau se reservó las labores de dirección artística y diseño de vestuario, además de la producción junto a Enrico Dieckmann.
Para dar vida a Nosferatu llamaron a Max Schreck (Alfred Abel), actor de la compañía Reinhardt y para el papel de Ellen (el trasunto de la Mina Harker de la novela de Stoker), Murnau se decidió por Ruth Landshoff porque le recordaba a una ilustración del pintor Wilhelm von Kaulbach. Para el papel de Hutter (el Jonathan Harker de la novela de Stoker), Murnau se decidió por Gustav von Wangenheim, demasiado sobreactuado para mi gusto, pero, en fin...
Albin Grau dibujó los bocetos de cada una de las escenas de la película, inspirándose en las ilustraciones que realizó Hugo Steiner-Prag para la novela de Gustav Meyrink "El Golem" e incluso el rostro de Nosferatu está basado en una de sus ilustraciones.
En el texto de Steiner sobre el poder de la sangre, al que anteriormente hemos referido, existen más claves que podemos descubrir también en el film.
El sonambulismo de Ellen, por ejemplo, es lo que la hace caer en el plano de dominio del vampiro. Para Steiner "la actividad cerebral es nula en el sonámbulo que, de forma oscura y un tanto vaga, siente la vida del Cosmos entero".  Pero... si la actividad cerebral es nula: ¿qué es lo que rige nuestro cuerpo?.
Steiner distingue siete estados en el hombre: el cuerpo físico, el cuerpo eterice o vital, el cuerpo astral, el yo o ego, y tres estados superiores. El conjunto es el hombre realizado en siete planos o sapta-prana, que era, curiosamente, el título de uno de los proyectos de Grau para Prana Films.
Nosferatu sería un ser en estado animal, un cuerpo astral sin conciencia, incluso separado del cuerpo físico y con un cuerpo etérico inestable tomado de sus víctimas.
Otro guiño ocultista. En el guión de Henrik Galeen, el vampiro se desvanece con la luz dejando una columna de humo blanco al desaparecer. Hay que suponer que Albin Grau, debió tomar esta idea de otro de sus mentores espirituales, el ocultista Eliphas Levi que en su obra  Dogma y Ritual de la Alta Magia explica que cuando se destruye un cuerpo astral deja tras de sí una columna de humo con un fuerte olor a incienso.
Algunas de las ideas ocultistas que se plasman en la película Nosferatu, surgieron del interés de Albin Grau por la matemática mágica. Por ejemplo, el cartel de la pared del paracelsiano profesor Bulwer, se muestra la aritmética de Athanasius Kircher. Por otra parte, la ilustración inicial del tratado sobre los vampiros está extraída de un motivo contra el mal de ojo.
Al comienzo de la cinta, hay una escena muy llamativa desde el punto de vista ocultista.
Cuando Knock le encomienda a Hutter la gestión de los asuntos del conde, sostiene una carta plegada, remitida por el vampiro. No permite que el joven la vea en ningún momento y sólo la lee cuando se encuentra alejado o cubriéndola con su cuerpo.
Cuando puede verse, muestra por ambos lados del papel una serie de signos que no pertenecen a ningún alfabeto.
En este punto, Berriatúa es absolutamente clarificador al decirnos que “Están llenas de signos tomados de auténticos grimorios y tratados paracelsianos. Estos extraños signos son tan convincentes que incluso podríamos intentar traducirlos”. Más concretamente, Berriatúa identifica el alfabeto hermético de las cartas con el texto rosacruz Ritual de la Muerte Egipcia.
Además, Grau decora con símbolos y parafernalia ocultista el estudio del profesor Bulwer y las páginas ilustradas de El libro de los Vampiros, que por cierto, sólo pueden verse dependiendo de la copia se contemple. En concreto, aparece un sello inspirado en un talismán griego y en un mosaico romano contra el mal de ojo.
Otra vuelta de tuerca. La Magia de Abramelín el Mago (recopilada en el libro "La Magia Sagrada"  por su discípulo Abraham el Judío hacia el 1458), era sobradamente conocida por Albin Grau  y es una constante en muchas de las claves ocultas del film.
Abraham el Judío llevó a Europa los conocimientos de su maestro Abramelín difundiéndolos y enseñándolos a un círculo selecto de personalidades entre ellas al Rey de Hungría, Segismundo, el cual así mismo las difundió en la Orden Secreta "Los caballeros de la Orden del Dragón", fundada por él mismo, y de la cual fueron también ilustres miembros y grandes personalidades de esa época.
Entre dichas personalidades se podría mencionar a Vlad Tepes II Dracul, Voivoda de Valaquia y que fue iniciado  en la orden debido a su bravura y ferocidad en la guerra contra los turcos. A su vez, su hijo, Vlad Tepes III Draculea, conocido como Vlad el Empalador y por lo demás personaje que inspirará a Bram Stoker para crear su personaje de Drácula, también bebió de las enseñanzas de esta Orden.
Según los rituales relatados por Abraham el Judío, se puede conseguir resucitar muertos para convertirlos en Vampiros, por obra de los Espíritus, las Empusas y sobre todo por estar involucrados los cuatro Príncipes Soberanos del Infierno (Satán, Lucifer, Belial y Leviatán).
Conocedor de ello, en un cartel anunciador de la película, ilustrado por el propio Albin Grau se puede leer: "de la semilla de Belial nace el Vampiro Nosferatu que vive en cámaras subterráneas", con lo cual Albin Grau está haciendo una clara mención a los rituales de Abramelín el Mago. Por lo demás, en el guión de la película, sin duda por indicación de Albin Grau, se hace mención a la semilla del Príncipe Soberano al referirse a Nosferatu.
Por otra parte, el nombre del barco en el que Nosferatu llega a Wisborg es "Empusa", lo cual es un nuevo guiño ocultista al espectador.
Recordemos en este punto que mitológicamente, las Empusas caracterizan a las hijas de Hécate, la cual reinaba en el mundo de los Espíritus y los Espectros, y que se alimentaban de la sangre de los hombres mortales. Esto no dista mucho del planteamiento que encontramos en el Drácula de Stoker, en el significado del nombre del velero: el  "Demeter", que simboliza, según la mitología griega, a la hija de Cronos y de Rea y madre de Perséfone, que fue raptada por Hades, Señor del infierno.
Hasta aquí algunos apuntes sobre los mensajes ocultistas que Albin Grau vierte en su experimento metacinematográfico.
Sobre  lo que fue de Albin Grau tras Nosferatu poco sabemos y lo que se sabe es muy confuso.
Grau se retiró del cine para centrarse en el mundo del ocultismo tras rodar como director un documental, hoy perdido, sobre la estancia en Alemania en 1925 de Aleister Crowley.
En 1936, Fraternitas Saturni es ilegalizada por el régimen nazi. Aunque los nazis persiguieron a los miembros de la logia, parece que Grau logró huir a Suiza en 1938 con su hija enferma, instalándose en la logia OTO de Locarno, dirigida por Alice Sprengel.
Según diversas informaciones, morirá en Suiza en 1971.
Otras hipótesis, especulan en que tras el fin de la guerra volvió a Alemania y vivió en Bayrischzell (Baviera), si hemos de creer las informaciones recogidas por el estudioso Lans Menk, de Marcus Khmer y de otros miembros de la reconstituida Fraternitas Saturni. 
Otros rumores apuntan que murió en un campo de concentración nazi, aunque no hay nada concluyente sobre ninguna de estas hipótesis.
No hay fotografías oficiales de Albin Grau. De hecho, Luciano Berriatua se ha pasado, como el mismo cuenta, más de 30 años buscándolas.
Quizás la que ofrecemos puede ser la única imagen de Albin Grau de la que se dispone... o quizás no.




8.8.12

El Arte del Go


Me encontré con el Go casi por casualidad.
Iba yo rastreando por internet un tema relacionado con "El Turco" de Wolfgang von Kempelen a raiz de la lectura del ensayo que sobre este tema escribió Edgar Allan Poe (Maelzel's Chess Player), y di con él. Desde entonces no he dejado de practicarlo y aprender con él a penetrar en un fascinante e inagotable método de conocimiento  simbólico y filosófico del que poco a poco comienzo a intuir las sombras de su razón de ser.
Os pondré en antecedentes.
El Go es un antiquísimo juego de mesa estratégico llegado del Lejano Oriente.
Se juega entre dos jugadores, que, alternativamente, colocan piedras blancas y negras sobre las intersecciones libres de un tablero de 19x19 líneas. El objetivo del juego es controlar una porción más grande del tablero que el oponente.
Quizá resulte difícil explicarlo que es el Go porque, realmente, no se parece a ningún otro.
A pesar de su simplicidad, estos elementos constituyen un profundo lenguaje simbólico.
El cuadrado del tablero representa la materia, el mundo material, la Tierra. Y el círculo, de las fichas representa lo espiritual, el Cielo.
El círculo sobre la intersección representa la rueda con su centro que, a su vez, es el centro de la cruz: el quinto elemento, la conciencia. El negro y el blanco representan la dualidad, como en el símbolo del yin y el yang, la pareja a partir de la cual todo nace.
La imagen de un tablero lleno de piedras sugiere también las formas de la Naturaleza, la llamada geometría fractal, en la que dentro de un aparente caos se esconden reglas matemáticas muy precisas.
El Go desarrolla la visión de conjunto, la visión global, y permite comprobar que el egoísmo y la visión parcial conducen inevitablemente al fracaso. Cada nueva piedra cambia la situación sobre el tablero, y el jugador debe aprender a reconocer y valorar constantemente los cambios.
El Go integra la actividad de ambos lados del cerebro: el izquierdo, que pone en juego la capacidad analítica, y el derecho y la capacidad creativa.
El Go pone además en juego cualidades humanas: prudencia, valentía, tenacidad, serenidad, cooperación... Por eso, no existen programas informáticos que jueguen bien al Go.
El Go es, por tanto, un juego netamente humano, y la partida equivale a una conversación en la que ambos jugadores van mostrando sobre el tablero, incluso los aspectos más íntimos de su personalidad. Por eso, en Japón le llaman “shudan”, que significa: lenguaje sin palabras, entenderse sin palabras, “hablar sin hablar”.
El adversario debe ser tenido en cuenta siempre, pues en cierto modo, la partida de go es una construcción en la que dos oponentes, aun sin proponérselo, cooperan en la producción de una obra que puede satisfacer tanto al ganador como al perdedor.
El Go es un juego que puede asociarse con el universo del I Ching.
En principio la relación entre ambos era evidente ya que los primitivos signos del Libro de las Mutaciones no eran los trazos firmes o partidos, como hoy los conocemos sino que eran círculos blancos y negros, pero más allá de un análisis sobre la identidad histórica de los orígenes, es innegable que la filosofía del I Ching y del Taoísmo en general, se hacen evidentes en la dinámica del juego y en su lógica.
El Yin-Yang, la complementariedad entre los contrarios enfrentados en el tablero y la resolución final de cada partida, en la que ambas fuerzas se conjugan sobre el tablero para ganar, pero lo hacen desde la conciencia de la relación de complementariedad que ambos mantienen en todo momento, dado que para jugar una partida de Go, hay que tener siempre en cuenta a los dos bandos, ya que preocuparse por tu victoria frente al adversario y enfocar ésta exclusivamente desde tu punto de vista y de tu intención, es el camino directo para cosechar la derrota.
Por decirlo de algún modo: la  mejor jugada en el tablero es aquella que es buena para los dos y no sólo para mí. La mejor jugada de mi adversario es, a la vez, la mejor jugada para mí. Tenemos que ser conscientes del "otro lado" porque un enfoque unilateral centrado en ti mismo puede hacerte fracasar.
El Go es un extraordinario método de crecimiento personal.
El juego nos enseña a ser audaces y, a la vez, prudentes. Una conducta muy atrevida o ambiciosa es tan peligrosa como la muy temerosa o conservadora; no debe atacarse tanto que, por ello, se descuide la defensa; sin embargo, el exceso de precaución no permite ver las oportunidades cuando se presentan, y ocasiona la pérdida de iniciativa en el juego.
El Go nos enseña a ser perseverantes en el desarrollo de un proyecto, pero también a saber cambiar a tiempo de estrategia; no se debe actuar rígidamente, insistiendo en ideas que pierden validez al cambiar la situación; no hay que seguir luchando por lo que está perdido, pero, al mismo tiempo, no hay que abandonar nunca la lucha hasta que no se haya agotado la última esperanza.
El Go es pues una dinámica integrativa y armonizadora entre contrarios que conlleva siempre la búsqueda de equilibrio. Las piedras blancas y negras no deben estar ni muy concentradas ni muy dispersas.
A menudo, lo rodeado se hace rodeador; lo muerto, vivo y lo vivo, muerto. Finalmente, la victoria puede obtenerse por la acumulación de pequeñas ventajas, aunque a veces es necesario arriesgar todo en una batalla decisiva.
Es ser consciente de la necesidad de contar con aquello que nos gusta, que consideramos como positivo, sabiendo que nuestra estrategia para conseguirlo debe ir indisociablemente unida a todo aquello que nos disgusta, nos molesta o nos perjudica.
Es la pura expresión de la dualidad yin-yang, del cosmos y de la vida misma. El Pavimento Mosaico de un Templo Masónico.
Aquí quisiera apuntar algunas diferencias esenciales del Go frente al Ajedrez.
Mientras que en la tradición mitológica del Go se dice que era este el juego favorito de los Inmortales, en el Ajedrez no he sabido encontrar una analogía de este principio.
Mientras que en el Go, cuando jugamos surge el concepto de inmortalidad, en el Ajedrez la partida acaba cuando hay jaque mate, por lo tanto, vamos a decirlo así, sería un juego para mortales.
En el Go, en cambio, puedes tomar determinadas posiciones y formar determinadas estructuras donde un grupo de piedras es inmortal e indestructible (lo que en el Go se llama un "grupo vivo") y cuando se alcanzan, se dota al jugador de una seguridad absoluta. Se hace inmortal aunque puedas perder la partida, ya que el adversario jamás, ni en su victoria, podrá destruir jamás.
Otra noción que apela a la inmortalidad es que el juego del Go es tan abstracto e impredecible que en el momento en que lo practicas, uno puede olvidar el espacio y el tiempo ordinario y se entra en una estructura adimensional y atemporal, como muy bien se refleja en una leyenda incluida en una leyenda japonesa de origen chino titulada Ranka, en la que se cuenta que un leñador va al monte y tiene un encuentro con inmortales que juegan a Go. Allí se queda absorbido mientras contempla la partida y transcurren siete generaciones hasta que se despierta de nuevo.
Es decir, lo que te permite el Go es percibir la atemporalidad, situándote fuera de la dimensión espacio-temporal ordinaria por la vía de la abstracción en el realización de algo concreto y ordinario como es jugar.
Otra diferencia singular del Go con respecto al Ajedrez es que mientras que éste se fundamenta en el objetivo del jaque mate, al ir profundizando en el Go te das cuenta que su lógica profunda se base en el principio de "vive y deja vivir", ya que acabas siendo consciente de que no puedes eliminar absolutamente a tu contrario ya que éste, al fin y al cabo, forma parte de ti.
Otro aspecto esencial del Go en relación al Ajedrez es que las partidas de Go empiezan siempre con un tablero vacío en el que gradualmente el jugador va construyendo territorios y definiendo estrategias que, en su esencia, no trata de destruir al contrario sino de repartir el espacio porque hay sitio para todos. El jugador más experto conseguirá al final una ventaja en puntos sobre su contrario en el tablero, pero no lo eliminará.
En el Ajedrez se empieza al revés: con un tablero lleno y la dinámica del juego pasa por ir destruyendo y eliminando al adversario hasta conseguir el jaque mate. Es la guerra total en su más puro estado.
En el planteamiento de la dinámica del juego del Go podemos encontrar muchas connotaciones que nos remiten a los principios del Arte de la Guerra de Sun Tzu, una de las conclusiones que pueden desprenderse de su lectura es que el mejor general no es el que gana muchas batallas, sino el que gana sin necesidad de luchar, porque ha conseguido un grado de fuerza tal que no le hace falta demostrarlo en ninguna contienda.
En el Go hay algo de esto. El objetivo es que antes de atacar uno se fortalezca.
Sun Tzu dice de que es necesario hacerte fuerte como la roca, así el enemigo chocará como una cáscara de huevo. No se trata de aniquilar al contrario, de luchar, de atacarlo, se trata de fortalecerse uno mismo y, en la medida que uno se fortalece, ganar la partida.
Esto también se puede aplicar a la vida en general: no se trata de luchar contra nadie, se trata de ser uno mejor, de hacerlo mejor, de ser equitativo, justo y moralmente correcto, con eso puede ser suficiente.
Pasado cierto tiempo de práctica del Go, se produce un descubrimiento sorprendente: el go y la vida se parecen. Como la vida, el go nos muestra que siempre hay algo más allá que aún no vemos pero podemos descubrir.
Por eso acrecienta el sentido filosófico, el sentido innato de búsqueda en todos los seres humanos. Búsqueda de equilibrio y armonía, búsqueda de la belleza abstracta que se oculta detrás de todas las formas, búsqueda de conocimiento. Y, tanto sobre el tablero como en la vida, ese conocimiento es el que nos hará verdaderamente libres, pues será el que nos permita elegir correctamente nuestros movimientos y actos.
De esta forma, el Go se convierte también en una vía de perfeccionamiento moral, consistente en buscar siempre la mejor jugada, lo más correcto, la mejor manera de actuar y empiezas a considerar al Go como una vía de perfeccionamiento personal y como un reencuentro del jugador con la Filosofía, entendida esta en su sentido tradicional y etimológico: Amor a la Sabiduría.


6.8.12

CATASTROIKA





Os paso el enlace a un tremendo documental: CATASTROIKA donde podréis ver los resultados que las políticas de ajuste y la alienación de activos públicos a manos privadas han tenido en los países donde se han aplicado estas políticas.
El documental predice lo que inevitablemente se producirá en todo país sometido al dictado de las políticas que actualmente está aplicando el Gobierno del PP en España y de las que el PSOE es corresponsable, ya que a Zapatero le tocó el infame honor de ser quien abriera la Caja de Pandora aquel aciago 12 de mayo de 2010.





Entrevista con Jean Pierre Catala

Del Blog Mandiles Azules

¿Quién es Jean Pierre Catala? ¿Qué podemos decirle a los lectores de este espacio, masones o no, sobre la figura de Jean Pierre Catala?

(Una sonrisa y una exclamación genuinamente francesa previas a la reflexión)… Jean Pierre Catala es un masón como cualquier otro. Es lo que hay. Cuarenta y cuatro años de masonería y todo un recorrido que me ha llevado a tener la responsabilidad al frente del Gran Capítulo General del Rito francés (GCG RF)… Es cuanto hay en el plano masónico… Bastante sencillo…

¿Y cómo fue tu incorporación a la masonería? ¿Cuál es tu vivencia a este respecto?

Pues pienso que tendría que darle las gracias en el Ejército del Aire a quien entonces era mi capitán, que era masón y que fue mi padrino. Sin él no habría conocido nunca esta peculiar cofradía que es la Francmasonería… Es una gran parte de mi vida… Tengo también otros compromisos en la vida política y asociativa, pero mi compromiso masónico no se ha visto paralizado nunca. Siempre he conservado intacta la voluntad de seguir adelante, de compartir con los demás. Creo que eso es lo más interesante. El hecho de compartir en un marco muy particular y privilegiado, el marco de la fraternidad bien entendida… Porque la fraternidad ha de ser bien comprendida: No sirve para apropiarse de un bien y quedárselo uno para sí; la fraternidad implica compartir de manera recíproca y además –y es fundamental- respetar al otro. Pienso que los ideales masónicos nos trascienden en cierto modo porque en nuestras asociaciones no escuchamos los mismos argumentos y eso es lo que a mí personalmente me ha permitido hacer mi camino masónico que, entre comillas, denominaría “iniciático”… Y digo lo de iniciático entrecomillado porque si aplico la concepción de nuestro querido Charles Porset, en el siglo XVIII no hablamos de iniciación sino de recepción. Es verdad que esto luego fue recogido por otros que, vamos a decirlo así, arrimaron el ascua a su sardina para forzar la aceptación de esta recepción… Pero yo me quedo con lo formulado por mi amigo Charles Porset respecto a esta recepción tan particular que nos permite encontrarnos…
Así que el mío es un recorrido como el de cualquier masón que primero ha de hacer un trabajo sobre sí mismo para luego compartirlo con los demás y hacer trascender… Bueno, no vamos a decir trascender, pero sí podemos hablar de difundir los que son nuestros principios. En particular en el Gran Oriente de Francia, donde tenemos valores como la libertad, la fraternidad, la laicidad, la solidaridad… Algo que quiere significar que nos volcamos sobre el dominio social y no únicamente, por dar un ejemplo, en una reflexión esotérica.

Si lo he entendido bien, estamos hablando con la cabeza visible, el responsable del Gran Capítulo General para el Rito francés del Gran Oriente de Francia. ¿Qué es eso? ¿Qué se le puede explicar tanto a un maestro masón como a una persona ajena sobre lo que esto quiere decir?…

Bien. Hay que hacer un poco de historia, aunque sea a muy grandes rasgos para entenderlo.
La masonería en un principio contaba con tres grados… Para ser más precisos, en un primer momento había dos grados, aprendiz y compañero. Luego fue añadido el de maestro… Y hubo masones que intentaron crear – yo diría que trataron de apropiarse- un sistema de grados más elevados. A este sistema de “altos grados”, lo denominamos del “Rito francés” por el mero hecho de que fue desarrollado en Francia. El caso es que en un determinado momento hubo algo así como un fenómeno de competencia entre tal sistema de “altos grados” y los tres primeros. Por eso, si en 1773, con ocasión de la creación del Gran Oriente tal y como lo conocemos, no se tomaron más que los tres primeros grados, pero también es cierto que se dieron cuenta de que no podían dejar esos “altos grados” de lado, pues se trataba de un sistema que verdaderamente era reconocido por muchos masones y también, al mismo tiempo, de que se corría el riesgo de fragilizar la nueva estructura con que se había dotado al Gran Oriente. Por esta razón, a partir de 1782 se pone en marcha lo que se conoce como Cámara de Grados. Se hizo un trabajo fundamentalmente de compilación –quizá codificación-, de investigación… Podríamos decir que se hizo un trabajo que consistió en “pelar” los diferentes y múltiples rituales que existían –porque había un sinnúmero de rituales entonces- para intentar poner en marcha lo que denominamos Rito francés, en particular en lo que se refiere a los “altos grados”, que es lo que nos interesa en esta explicación. Y esta Cámara de Grados trabajó entre 1784 y 1786, contando con la aportación de un “obrero” como fue Roëttiers de Montaleau. Fue él quien durante un tiempo trabajó con más intensidad. Luego se detuvo, pero mientras duró su intensa acción, llevada a cabo prácticamente solo, logró articular los cuatro órdenes de sabiduría del Rito francés. 1786 es una referencia temporal importante porque cuando, con anterioridad, una pluralidad de hermanos dio el paso de la refundación de la masonería francesa configurando el Gran Oriente de Francia, también crearon al lado de la propia Obediencia un Gran Capítulo General de Francia, y en 1786 –vuelvo a la referencia temporal- este Gran Capítulo se incorporará al Gran Oriente de Francia. Es decir: Formará parte directamente del propio G.O.D.F. El Gran Capítulo General de Francia se convertirá así en el elemento federador dentro del G.O.D.F. de los “altos grados”. Los hechos siguen su curso hasta 1789, año en el que estalla la Revolución francesa con las vicisitudes que ya se conocen; y tras el fenómeno revolucionario, el sistema de “altos grados” del Rito francés se desarrollará no sólo en Francia, sino también fuera de ella, en Europa, siguiendo la estela de la epopeya napoleónica -es un hecho conocido que había un buen número de masones entre sus mariscales y e la tropa-. Ante este proceso puede decirse que el Rito francés, en cuanto concierne a sus grados superiores, va a gozar de una “belle vie”, una feliz existencia.
Mientras tanto, en 1804, veremos llegar por intermedio de Grasse Tilly el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Este sistema ritual va a contar con el apoyo del Príncipe Cambacères que, actuando con gran inteligencia, supo impulsarlo explicando su riqueza. Y al resultar que con esta nueva incorporación también van a existir grados superiores que llegan vía “Rito escocés”, el Gran Oriente de Francia toma la decisión de crear en 1813 el Gran Colegio de Ritos, organismo que tendrá por objeto aunar la totalidad de grados superiores de todos los ritos para su gestión…
Volviendo al Rito francés –y me estoy refiriendo a él desde la perspectiva del Gran Capítulo General-, la suya es también la historia de una ausencia durante 150 años. Una ausencia que hizo posible que únicamente el Rito Escocés Antiguo y Aceptado pudiera desarrollarse. Hasta que llega el año 1974. En ese momento aparece alguien, Roger Dalméras, que crea un Capítulo, empeñándose en la recuperación del ritual del Soberano Capítulo Metropolitano de 1786. En este punto hago un inciso, porque hay que saber también que en ese año, 1786, a instancias de Roëttiers de Montaleau, aparece bajo la forma de lo que se denominará el “1801”, el Ritual del Caballero Masón. Y volviendo a lo que íbamos diciendo sobre la iniciativa de Dalméras, éste intentó recuperar ese ritual, poniéndolo en práctica en Francia y haciéndolo aplicar en el Capítulo recién creado. Hay que decir que aunque sus integrantes pertenecieran al Gran Oriente de Francia, se trataba de una estructura independiente. Y también, antes de seguir, tengo que hacer referencia a la labor de otra figura importante, René Guilly, que estuvo también en el origen de toda esta iniciativa
Posteriormente, en la década de los años noventa, comienza a haber en el seno del Gran Oriente de Francia cierto movimiento originado por el hecho de que los hermanos que eran Maestros en el Rito francés no comprendían que, para continuar su recorrido en los grados superiores, no hubiera otro camino que el del Rito Escocés Antiguo y Aceptado o el del Rito Escocés Rectificado –también reconocido en el Gran Oriente-. Así las cosas, en 1994 hay cuatro capítulos en la región de Niza creados bajo el impulso del Rito Francés Moderno Restablecido… Estos cuatro capítulos fueron reconocidos por el Gran Oriente. Pero en el relato de esta historia, por el momento sólo hablamos de un movimiento de fondo que tiene lugar en Francia y en esa época… Llega un momento en que en el seno del Gran Oriente de Francia se produce una transformación, lo que motiva que el Gran Colegio de Ritos reactive una sección que no había dejado de existir, la de Rito francés. Se crearán diecinueve capítulos dentro del Gran Oriente, administrados por el Gran Colegio de Ritos y dentro del sistema del Rito francés.
Al mismo tiempo, alguien que había sido Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, en 1996, y sirviéndose de la Patente del Rito francés, opta por salir de la esfera del Gran Colegio de Ritos para promover la creación del Gran Capítulo General del Rito francés, en el que, aplicando las directrices del Convento de 1877, va a acogerse el principio de Libertad de Conciencia.
Es decir –resumiendo-, entre los años 1996 y 1998 nos encontramos con tres tendencias: La primera del Rito Francés Moderno Restablecido en el Sudoeste; la segunda, del Rito Francés vamos a decir “tipo 1801”; y una última tendencia del Rito Francés que se apoya en los postulados emanados del Convento de 1877.
El Consejo de l Orden de la época, a cuyo frente estaba Philippe Gugliemi, pondrá sobre el tapete las tres “modalidades” e iniciará un trabajo colectivo de reflexión con la idea de poner en práctica un sistema común. Y ese sistema común lo encarna el Gran Capítulo General para el Rito francés tal y como lo conocemos hoy, presentado al Convento de la Obediencia el 3 de septiembre de 1999, el cual le dará la potestad de administrar y gestionar el Rito francés.
Todo esto es un apunte para explicar qué es el Gran Capítulo General, de dónde viene… Hoy tenemos 4.300 miembros y la voluntad por encima de todo de transmitir estos Órdenes de Sabiduría en todos los países en los que haya masones, pues este Rito tiene una vocación universal y, además de trabajar sobre el simbolismo, la filosofía o incluso lo esotérico, trabaja también –y mucho- sobre la sociedad de nuestro tiempo… Y esto último es, creo, el elemento fundamental que caracteriza al Rito francés: Su apertura a la reflexión sobre la realidad social y desde la importancia que le atribuimos a nuestros principios y valores, los del Gran Oriente de Francia. Porque no olvidemos nunca que nosotros, antes que “miembros” de un determinado Rito, o de un Capítulo, o de cualquier Jurisdicción, somos todos miembros del Gran Oriente. En suma, y concretando: Son el conjunto de valores y principios de nuestra Obediencia los que nos impulsan, y esa es la razón por la que en los Órdenes de Sabiduría se procede al abrir los trabajos a dar lectura al “Artículo Primero” de la Constitución. Todo esto es el Gran Capítulo General: Poder transmitir ese conjunto de valores democráticos, republicanos y laicos en el contexto mundial, para cerrar así una cadena de unión permanente en torno a ese acervo que nos pertenece.

He escuchado atentamente las explicaciones que has dado y a partir de un conocido artículo de Pierre Mollier, publicado en noviembre de 2011, donde explica cómo se gestó y evolucionó ese proceso de “silencio” o “ausencia” del Rito francés en lo que a sus Órdenes de Sabiduría atañe, entiendo que tratamos de dos cosas muy diferentes: De una parte la falta de actividad; pero de otra, el hecho de que el silencio no ha impedido –y es lo que explica claramente Pierre Mollier- la continuidad de una imprescindible estructura administrativa garante de una legitimidad histórica…

La legitimidad existe porque siempre ha habido quien, en ocasiones de una forma independiente, ha mantenido la continuidad en el tiempo. Si existe el Gran Capítulo General tal y como lo conocemos a día de hoy es, por citar un ejemplo entre muchos, porque ha existido el Capítulo Théophile Desaguliers, de la L.N.F., Logia Nacional Francesa, de donde se retomó la patente del Rito francés. Es decir, en ningún momento ha habido ruptura. Por el contrario, siempre ha habido una línea continua proyectada en el tiempo que ha permitido la transmisión hasta nuestros días de lo que es el Rito francés a nivel de “grados superiores”. Ello no es óbice para afirmar que los años noventa han sido muy importantes para nosotros, pues ha habido la voluntad de muchos hermanos del Gran Oriente de Francia de exigir la reanudación de la actividad en estos “grados superiores”. Todo ha llevado a crispar los ánimos de algunos –algo que siempre se puede entender-; ha podido haber cierta incomprensión en algún momento –lo que es completamente normal por ser humano-… Pero hoy podemos decir que asistimos a un apaciguamiento; trabajamos unidos cada vez que nos encontramos, invitamos a las diferentes Jurisdicciones de distintos ritos porque, como decía antes, ritos a un lado, somos antes que nada Gran Oriente de Francia. Y es que, si existe alguna fractura, por pequeña que sea, que afecte a alguna de las Jurisdicciones de los Grados Superiores, estaríamos hablando realmente de una grieta en la estructura del Gran Oriente de Francia que dejaría la puerta abierta a algunos que, muy probablemente, no actuarían siguiendo nuestra misma filosofía…

Y continuando con la cuestión de la legitimidad histórica: Sabemos que en abril de 2011 se firmó la Carta de Lisboa. ¿Puede explicar que importancia tiene ese texto? ¿Qué aporta?

La Carta de Lisboa es un documento que recoge los principios fundamentales del Rito francés, que es el Rito de Fundación del Siglo de las Luces. Es decir, que las Jurisdicciones que han firmado la Carta se han comprometido a respetar el Rito francés tal y como el Gran Oriente de Francia recoge en la patente que les ha dado. Hay que saber que el Gran Oriente siempre es el propietario de cada patente que otorga y que ésta, una vez entregada a no importa qué jurisdicción, no supone sino una delegación. Nadie puede apropiarse de lo que únicamente es una delegación. Eso quiere decir que si sucediera que una jurisdicción cualquiera no respetara los principios fundamentales del Rito francés, el GODF podría –es así- retirar tal patente: Se trata de la legitimidad del Gran Oriente de Francia y de la del Rito francés, pues no existe otra; y eso a pesar de que algunos pongan por delante el recurso al Brasil o reflexiones similares. Lo digo siempre: Dejemos falsificar a los impostores y que elaboren las teorías que más les gusten; nosotros sabemos en todo caso que no existe otra legitimidad que la del Gran Oriente; nunca otras apuntadas por algunos que, mediante ciertos escritos, no hacen sino desviarse de la naturaleza misma de lo que es el Rito francés.
Esto es la Carta: El respeto a los principios fundamentales…

…Perdón¿ Y se asume esto por más Grandes Capítulos que el del Gran Oriente?

Sí, por supuesto. La prueba está en que en el mes de Octubre vamos a abrir dos nuevos Grandes Capítulos Generales en Congo, Brazzaville. Ambos suscribirán la Carta. Además de la convención que también se firmará con ellos, los dos se comprometerán a respetar los Órdenes de Sabiduría del Rito francés tal y como han sido definidos por el Gran Oriente de Francia.

Con respecto a la Carta de Lisboa hay quien traza cierto paralelismo: Se hace referencia a la exclusiva legitimidad reivindicada sobre la Francmasonería por la Gran Logia Unida de Inglaterra, y se dice que por parte del GODF se hace algo parecido; se dice que éste quiere ser propietario o ejercer una especie de monopolio… He llegado a leer que en cierto modo actúa como una “masonería anglosajona”…

Bueno, pues también en cierto modo y de manera irónica diré que nos hacen un gran honor, pues no debemos olvidar que la Francmasonería nació en Inglaterra… Sí, podría entenderse que hasta nos hacen un honor al colocarnos al mismo nivel que la “masonería anglosajona”…
Pero no es eso en absoluto: Las patentes, los rituales, los ritos… ¿Quién los ostenta sino es el Gran Oriente de Francia? Todos los demás los han recibido del Gran Oriente, con lo que han recibido la delegación del Rito, nunca la propiedad… Si yo soy dueño de mi casa puedo disponer de una parte de ella a favor de quien yo quiera, pero sigo siendo el titular de mi patrimonio… Y la Patente del Rito francés es el patrimonio del Gran Oriente de Francia. No hay más patrimonio que éste… Aunque también podemos entender que haya quien quiera apropiarse porque probablemente esto le permite vivir…

… Bueno, hay quien defiende “otras” legitimidades. He leído de todo sobre esto. Ahora, por ejemplo, recuerdo una tesis que sostenía que en su día existió una patente en cuyo reverso había escrita una mención que otorgaba un derecho de propiedad, etc… La verdad es que yo no he visto el documento en cuestión con lo cual no puedo saber…

… Sí, conozco esta historia… Pero en lo que se refiere a las Patentes del Rito francés –y así lo recoge también la Carta de Lisboa a la que nos referíamos antes- se especifica que “ni se pueden transmitir ni ser objeto de retrocesión”… Es decir, la patente se recibe pero no cabe más disposición sobre ella…

Pero en el pasado ¿también se actuó así? Siguiendo con el ejemplo que formulaba antes ¿cabe la posibilidad de que a principios del siglo XIX se actuara de otro modo distinto?

Bien, para responder yo me planteo: La famosa patente de 1804 ¿qué cosa era?… Es que no se puede comparar con una patente de hoy… Lo que sucede realmente en torno a toda esta preocupación que suscita la cuestión de las patentes no es otra cosa que el temor a la hegemonía del Gran Oriente de Francia… Eso es lo que está pasando. Enseguida se dice_ “Éstos, lo único que quieren es dirigirlo todo, mangonearlo todo…” ¡Y para nada es eso!
Para nada es eso porque, en primer lugar, cada vez que se crea un Gran Capítulo General –esto se explica muy bien-, entregamos una patente; además respaldamos al Gran Capítulo recién creado; estamos pendientes de su evolución; si lo necesita o pide, lo aconsejamos… Esto lo hacemos todo el tiempo que desee y quiera. Pero no tenemos nunca ninguna pretensión de gobernar esa nueva jurisdicción abierta en otro país… Otra cosa diferente es -y esto se puede decir así- que cuando uno tiene un tesoro no desea que se dilapide, así que siendo ese tesoro el Rito francés siempre estamos atentos a la forma en que se aplica. Pero por otra parte comprendemos muy bien que haya quien quiera hacer que ese tesoro engrandezca, se desarrolle: Cuando tal desarrollo tiene lugar respetando lo previamente firmado no surge nunca ninguna dificultad…
Pero vamos a seguir con esas patentes de 1804, 1812 ó 1820… Hay que tener en cuenta que en ese momento no estamos ante una masonería como la de hoy día. Si contemplamos de cerca algún detalle podríamos ver que si, por ejemplo, hoy somos 55.000 miembros en el Gran Oriente de Francia, en aquel entonces no había ni de lejos 55.000 masones. Además, en aquella era la “élite” social –creo que puede decirse así- lo que uno podía encontrarse en el seno de la Francmasonería… Sin más consideración algunos piensan que pueden apropiarse diciendo: “…Somos un país, somos tal país y tenemos la patente, y esta patente es propiedad de nuestro país…”. Y no es así: No tenemos ningún problema para otorgarla pero quien la recibe es usufructuario. Los titulares somos nosotros, y de ahí no nos vamos a mover nunca…

Entiendo que ése es el caso de Capítulos Generales como el español, que son una jurisdicción independiente, constituido en octubre de 2010. Es decir, que a partir de su explicación podemos decir que se trata de una Potencia masónica que ha recibido una Patente que le permite dar una continuidad a un concreto “recorrido masónico” a través del sistema representado por el Rito francés… Me estoy refiriendo a los Órdenes de Sabiduría, claro está… Dado que el caso español es uno entre muchos, me pregunto si estamos ante una especie de colonización…

En absoluto. Hay que quitarse de la cabeza esa idea de que el Gran Oriente de Francia quiere ejercer una hegemonía a imagen y semejanza de la que pretende la Gran Logia Unida de Inglaterra. Bajo ningún concepto. Todo lo contrario. Otra cosa diferente es que estemos atentos y queramos saber qué se hace con aquello que confiamos a otros.

… Pero entiendo que aunque hablemos de una independencia, vamos a decir a nivel “jurídico”, existen no obstante lazos muy fuertes, relaciones estrechas y una voluntad de colaboración por parte del Gran Capítulo General del Gran Oriente, materializada en traducciones, trabajos conjuntos…

Mira, sobre esto puedo decirte que hoy estamos en plena fase de construcción. Si uno mira la historia, el Gran Capítulo General en su configuración actual no existe realmente, aunque haya habido antes capítulos y otras estructuras… Pero su refundación tiene lugar hace tan solo trece años, en 1999. Estamos en 2012. Una masonería como esta está, con trece años, está en plena adolescencia, así que es cierto: estamos construyendo… Hace falta que levantemos una masonería del Gran Capítulo General -en particular de los Grandes Capítulos Generales del Rito francés- que sea reconocida por todos y que cuente también con la conformidad de todos. Y eso de la “conformidad de todos” quiere decir que construimos todos juntos. Por nuestra parte podemos aportar los principios fundamentales en el respeto de las jurisdicciones que trabajan con nosotros. Se hace necesario que colaboremos al máximo no en el sentido de cooperar con un poder –no importa cuál- del Gran Oriente sobre otras jurisdicciones, sino bajo la fórmula de una participación activa de todos. Unidos, es como hacemos crecer y desarrollarse al Rito francés. Por esto, durante los encuentros de Lisboa del año pasado, además de firmar la Carta a la que nos referíamos antes, nos comprometimos todos los Grandes Capítulos firmantes a reunirnos cada dos años. Y es que no hemos tenido nunca la intención de entregar únicamente una Patente; para nosotros es mucho más importante y necesario trabajar todos juntos, compartiendo cierta complicidad, poder encontrarnos y escuchar y compartir con los demás, cada uno con arreglo a sus usos, su costumbre, su visión que, probablemente, es diferente de la nuestra… Es todo ese “hacer conjunto” lo que tenemos que lograr. Así que vamos a hacer posible que se aplique esa máxima masónica que dice “unir cuanto está disperso”.

… Está claro… Hay algo que tengo que plantear y que has tratado indirectamente: Seguir ese camino o recorrido masónico a través de los Órdenes de Sabiduría es algo voluntario para cada maestro masón… ¿Qué se le puede decir a un maestro para explicarle: “esto es el Rito francés”. Me refiero a qué especificidad se ha de poner de manifiesto ante otros sistemas, sea el escocés o cualquier otro… Y digo “ante”, no “frente”… Creo que en ningún caso hablamos de competencia en el sentido de “esto es mejor que aquello”, sino de explicar qué caracteriza al Rito francés en relación con otros sistemas, esto es, de alcanzar –o al menos intentarlo- la esencia de las cosas…

Es muy sencillo. El Rito francés se compone de tres grados simbólicos, cuatro órdenes, más un quinto orden que podríamos decir permanece a un lado. Ahora me explicaré con más detalle. Antes ha que decir que la mayoría de las logias en Francia trabajan en Rito francés, sin embargo, hasta 1999 el maestro que quería continuar más allá, no tenía la posibilidad de elegir otra vía que la del Rito Escocés Antiguo y Aceptado o la del Rito Escocés Rectificado –los menos-. Dicho de otro modo, se producía una ruptura en la vivencia del Rito francés y su continuación a través de los Órdenes de Sabiduría, al tener que trabajar necesariamente en R.E.A.A… Hoy, por el contrario, se ofrece la posibilidad a los maestros de comenzar en el grado de aprendiz, seguir con el de compañero y maestro, y continuar luego en la misma filosofía, la misma reflexión… Continuar desde el grado de maestro hasta el Cuarto Orden. O lo que es lo mismo, que desde que se alcanza el grado de maestro, si se sigue en Rito francés, uno se dará cuenta de que existe un lazo, una continuidad, con el Primer Orden, de éste con el Segundo, luego con el Tercero, para acabar finalmente con el Cuarto… Además, cuando se alcanza el Cuarto Orden surge la posibilidad en el marco de la iniciativa masónica personal, de la ejemplaridad de cada masón, de alcanzar un Orden que podríamos decir está al lado –no por encima-. Se trata del Quinto Orden. Éste, trabaja más bien en torno a lo que es un conservatorio del Rito, una mayor profundización en la esencia del mismo y en todos los ritos. Entiendo que es el Orden que nos permite tener cierta perspectiva y tender un poco más hacia la sabiduría –y digo tender porque no creo que la sabiduría se alcance nunca. Pienso que intentamos ir hacia ella…-.

Volviendo a España y para concluir: Has venido para dar tu apoyo en la ceremonia del encendido de luces de un nuevo Soberano Capítulo que lleva el título distintivo de “Clara Campoamor”. Conoces la historia ligada a un nombre que se ha recuperado de otro proyecto que existió antes… Bien, has venido a Gijón y la pregunta obligada es… ¿Ha ido todo bien?

¡Ah!… Estoy encantado de haber venido a Gijón. Todo bien. En primer lugar resalto vuestra acogida, que ha sido muy fraternal y calurosa. En segundo lugar, desde un punto de vista emocional, ha sido un momento muy intenso: Poder poner en marcha un Capítulo como éste… Porque se trata del cuarto Capítulo que ve la luz en España hoy, y los cuatro capítulos son la estructura sobre la que vamos a apoyarnos para desarrollar el Rito francés a nivel de los Órdenes de Sabiduría. Soy consciente de que no es fácil. Y no lo es porque cuando la mayoría de los masones y masonas trabajan en el R.E.A.A. hay que hacer una pirueta para llegar a los Órdenes de Sabiduría del Rito francés… Pero estáis en el buen camino para poder dar en este país todo el impulso necesario para desarrollar el Rito francés. Seguiremos colaborando de manera constante con los cuatro capítulos y con el Gran Capítulo General de España, a cuyo frente está ahora Manel Mor. Hay que añadir que para nosotros sois extremadamente importantes, pues a vuestro lado está Portugal, el Gran Capítulo General de Portugal, y hay una gran tarea a realizar entre vuestros dos Grandes Capítulos, por vuestra cercanía… Y también porque Francia, Portugal y España materializan una triangulación que contiene todo un trabajo a realizar de gran interés, pues nos permite estrechar cada vez más los vínculos que nos unen, aproximarnos más… Y estoy convencido de que en unos años esto tendrá como resultado una mayor apertura sobre esta tierra ibérica vuestra. Así que tengo mucha confianza en esto y estoy dispuesto siempre a volver a Gijón…

Muchísimas gracias, Querido Hermano.

Muchas gracias a vosotros.

Comunicado de las Logias Españolas del Gran Oriente de Francia


Ante la situación de grave exclusión laboral y social a que se ven sometidos numerosos sectores de población, merced a medidas económicas de extrema ferocidad que entrañan una tan considerable como evidenciada amenaza de coerción de las libertades ciudadanas por parte del Gobierno, las logias españolas del Gran Oriente de Francia manifiestan su desafección hacia esa política responsable de este inquietante clima de alarma social, que está suscitando amplia, razonable y, por el momento, contenida respuesta.
Seguidores del esclarecido legado de las Luces, que nos impele a trabajar y luchar por la mejora personal y social, deseamos expresar nuestro rotundo rechazo a la primacía del lucro sobre la justicia, sin la que se ha quebrado un pacto social cuya reactivación, de ser todavía posible, comportaría extraordinarias dificultades.
Ante las terribles secuelas de angustia, indignación y frustración causadas por una política más atenta a favorecer los desmedidos intereses de una voraz especulación bancaria que a atender las necesidades y exigencias de la sociedad a la que debería servir, los masones y masonas de las logias españolas del G.O.D.F. denunciamos unos llamados ajustes que no son sino recortes y atentados contra el crecimiento económico, el Estado del bienestar y la libertad.
Solo respetando los derechos de ciudadanía y propiciando políticas inteligentes de igualdad se podrá hacer realidad la paz social, ahora visiblemente puesta en riesgo por quienes hacen oídos sordos al justo clamor del pueblo soberano.

17 de julio de 2012 Comité de Venerables Maestros de las Logias españolas del G.O.D.F.

12.10.11

15-O: REVOLUCIÓN MUNDIAL. TOMA LA CALLE!







EL PRÓXIMO SÁBADO 15 DE OCTUBRE TOMA LA CALLE CONTRA LA TIRANÍA

SOMOS CIUDADANOS. NO SOMOS UNA MERCANCÍA EN MANOS DE POLÍTICOS Y BANQUEROS

DEMOCRACIA REAL, YA!

http://www.democraciarealya.es/

26.8.11

De la visita de Ratzinger al golpe de Estado constitucional de los mercados o de por que no se van todos ustedes a la mierda y nos dejan en paz


Me he estado calladito durante un tiempo aunque la visita de Ratzinger a España daba para que hubiera hecho un post...o dos, pero a la vista de los últimos acontecimientos (oh, perdón, quería decir sucesos) acaecidos últimamente en este país, creo llegada la hora de decir algunas cosas porque me lo pide el cuerpo.
De la visita de Ratzinger, el último monarca teocrático de Europa, empezaría y no acabaría.
Todos hemos tenido la oportunidad de que se nos pongan los pelos como escarpias viendo por televisión una manifestación de la más pura España Negra, sí la de siempre, la España rancia, casposa, carca, la de los Autos de Fe y las de las pajas del cura en el confesionario, tomando las calles, con cientos de pederastas ensotanados en prime-time y una marea (lo digo por lo de mareo, arcadas, nauseas) de jovencitos reaccionarios con el rosario en la mano y riéndoles las gracias con fervor a los mismísimos Inquisidores... Ea, Viva las Caenas, coño!!!.
Y hemos visto también como se las gasta la policía (siguiendo órdenes del gobierno socialista) contra los manifestantes laicos tratando de emular a los antiguos "grises" de Franco.
Y como no, los servilones de nuestros gobernantes, rindiendo pleitesía a la clericalla y pasándose por el forro de sus cojones el precepto de la no confesionalidad del Estado. Ojo! he dicho no confesionalidad que no laicidad porqué esta noble, digna y democrática aspiración, ya se han encargado los socialistas de enterrarla a conciencia y a cargo de los impuestos de todos, de los míos también!.
Y por medio convocatoria de elecciones en las que, de nuevo Cánovas y Sagasta redivivos se disputan, con su conchaveo de siempre, el reparto del pastel con un público indignado, cansado y harto, con una situación económica que da pavor, con el empobrecimiento creciente de la población y con el desmantelamiento preciso y sistemático del Estado del Bienestar de manos de un presidente socialista que si bien hizo esfuerzos notables para ampliar los derechos sociales, ha sido totalmente incapaz para decir no a la tiranía de los mercados y plantar cara a la dueña de Europa, la Merkel a la que cada vez que la veo y la oigo, como cuando escucho a Wagner, siempre me entran ganas de invadir Polonia.
Una precisión: he dicho hablando de ZP que "ha sido totalmente incapaz". No!, me he equivocado.

No se trata de que sea un pusilánime o un inútil. No, es mucho peor: ha sido un "colaboracionista de los mercados". Un enemigo del pueblo, en definitiva, que ha destruido al socialismo en España para muchos años y que ha abierto las puertas del gobierno a la ultraderecha choriza, carca, ramplona y neocon a partir del próximo 20-N.
Y ahora, para culminar su tarea de deconstrucción, nos sale ZP sacándose de la manga una reforma constitucional exprés, pactada con el PP para complacer los deseos de los especuladores financieros, de los neocons de todo pelaje y de la Kaiserin teutona, que ha convertido la idea de Europa en un cenagal y una insoportable pesadilla.
Ah, pero fijaros que curioso. Los 2 grandes partidos, incapaces por principio de llegar a un gran acuerdo de Estado para salvar a este país y a su gente de la debacle en la que ellos nos han metido, solo necesitan 48 horas para ponerse de acuerdo en reformar la Constitución para consagrar en la carta magna el asesinato del Keynesianismo y el fin del Estado del Bienestar para las presentes y las futuras generaciones e imponer la tiranía del mercado para siempre jamás.

Y que nadie se confunda: que la reforma constitucional no trata de que los políticos no derrochen nuestro dinero, sino de cargarse el Estado del Bienestar. Es eso y no hay más!.

Señor Presidente: que Dios y los magnates internacionales le premien por su labor dándole un retiro de oro en algún consejo de administración de alguna transnacional, como hicieron con Aznar Primero, El Demente, que de pagarle la pensión vitalicia ya nos encargamos yo y el resto de conciudadanos de este desgraciado país.
Y en medio de este panorama, la pregunta: ¿hay futuro?. Claro que sí, pero hay que empezarlo a construir condenando al ostracismo a aquellos que han convertido a este país en "la nave de los locos", a la Democracia en una pantomima y que pugnan por convertirnos en siervos en lugar de ciudadanos.
Mientras este momento llegue, lo que decía al empezar: Señores Ratzinger, Zapatero, Rajoy, Merkel y Compañía: ¿por qué no se van todos ustedes a la mierda y nos dejan en paz?